La Guardia Civil trata a las mujeres como incapaces al anunciar que les reservará el 40% de las vacantes

Lo han vuelto a hacer, aunque se sospechaba entre los agentes de la Benemérita, la Guardia Civil reservará entre el 25 y el 40% de vacantes a mujeres, amparados en el mantra de que solo representan el 8,97% del Cuerpo.

Después, con toda seguridad, irán las oposiciones a ascenso, ascendiendo conforme a los que tienes entre las piernas y no por mérito y capacidad, algo que es para lo que se supone que están diseñadas las oposiciones.

Pero lo más preocupante es que los ministros de Interior y Defensa son dos jueces procedentes de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo, es decir que no son muy leguleyos y de derecho algo entienden, por lo que deben saber perfectamente que una medida así es inconstitucional y trata a las mujeres como incapaces o discapacitadas frente a los hombres, como si no pudieran ganarles intelectualmente en una oposición y hubiera que empujarlas.

Que no ingresen más mujeres tiene dos claras respuestas; la primera es que no sacan mejor nota o que el perfil de las que se presentan a la oposición es bajo y en segundo lugar porque la Guardia Civil no parece ser atractiva para las mujeres con formación y capacidad suficientes como para ganar a un hombre, algo que no ocurre, por ejemplo, en la carrera judicial, donde hay mayor número de aprobadas que hombres y nadie tiene la absurda idea de reservar vacantes para hombres.

Lo que está claro es que abriendo la puerta a que la mujer, por el mero hecho de ser mujer, entre con mucha menos nota que un hombre no es la solución y solo repercutirá en el nivel e imagen de las agentes, que hasta hoy era muy alto, al facilitar el ingreso de mediocres incapaces de sacar la nota suficiente como para ganar a un hombre.

LA TRAMPA ESTÁ SERVIDA GRACIAS A IRENE MONTERO Y LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO

Muchos opositores hombres lo tendrán bien sencillo gracias a las recientes leyes, declararse género fluido y sentirse mujer el día de la posición. Ya saben que dudar de ello o poner trabas puede ser constitutivo de un delito de odio o hasta de homofobia. Va a ser divertido ver cómo salen de este lío en la Guardia Civil, aunque este tema ya huele a tribunales europeos.