Los pasados días 8, 9 y 10 de agosto, Facta realizó su Ruta de la Reconquista 2022, la primera edición de sus Caminos de España, una actividad que conjuga unidad, camaradería y compromiso y que se convertirá en una tradición para este movimiento que se ha convertido en una de las principales referencias de la batalla cultural en nuestro país.
🔥Ruta de la Reconquista 2022⚔️ pic.twitter.com/t5prHpzWyQ
— FACTA🔥 (@FactaESP) August 11, 2022
Bajo estas premisas, militantes y activistas de Facta realizaron una dura ruta a pie que duró tres días y que terminó en el Santuario de Covadonga. Su llegada provocó la curiosidad y sorpresa de los turistas y visitantes al encontrarse con un grupo de hombres uniformados y luciendo la bandera rojigualda. Posteriormente fueron recibidos por el abad de Covadonga quien les dió la bienvenida a la casa de Don Pelayo.
En los últimos meses, Facta se ha convertido en la gran referencia de la disidencia cultural en España, invitando a su sede madrileña a ensayistas e intelectuales tan destacados como, entre otros, Fernando Paz, José Javier Esparza, Juan Antonio de Castro, Pío Moa, Eurico Campano, Carlos Paz, Javier García Isaac, José Luis Orella, Pedro Fernández Barbadillo, Miguel Bernard o Eduardo García Serrano, entre muchos otros.
Además, Facta ha organizado otras actividades como los Facta Cine con proyecciones de películas alternativas o las tardes de debate abierto y sin censuras bajo la etiqueta de Facta Forum que han congregado a cientos de personas en la sede que este movimiento dispone en la madrileña calle de Andrés Mellado, 20.
Como explicó Carlos San Frutos en una entrevista concedida a RAMBLA LIBRE, «Facta viene del Facta non verba, que es actuar o hacer en vez de hablar. La idea es sencilla, lejos de intentar empezar mostrando un programa político o una declaración de intenciones, queremos que se nos conozca por lo que hacemos, no por lo que decimos o prometemos. En España, la política y la actividad cultural se ha profesionalizado por farsantes y embaucadores que solo prometen y venden sueños que nunca podrán realizar para mantener sus chiringuitos. Esto se trata de otra cosa, de hablar poco y de hacer mucho. «Por sus frutos los conoceréis» decía San Mateo».