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Dr. Juan Mariano Pérez Abad: «Los Colegios Médicos han actuado como la Gestapo covidiana y así han colaborado a su propia destrucción»

Redacción




Enrique de Diego.

El Doctor Juan Mariano Pérez Abad es un prestigioso cirujano de Murcia que ha llevado y lleva una lucha tenaz con las timo vacunas.

Me da un coraje tremendo la cifra de exceso de muertes, que según datos oficiales del MoMo, se ha producido en julio de 2022 y que asciende a la friolera de 9.687 defunciones. El único hecho que lo explica, lo único nuevo que ha pasado ha sido la timo vacunación masiva. Un genocidio practicado en nombre de la “salud”…

Estoy de acuerdo con que la causa más probable del exceso de mortalidad sea la vacunación. Sin embargo, si tenemos en cuenta que se trata de una vacuna experimental de
una variedad tan novedosa como la vacunación genética nunca antes probada en humanos,lo
que tenemos que pensar es que podría haber sido mucho peor.
Desgraciadamente por tratarse de una vacuna genética, el efecto a largo plazo podría ser
mucho más devastador porque pueda haber quedado modificado el genoma de los vacunados.

Su profesión, la médica, se ha cubierto de sangre y de mierda. ¿No hay moral en la
Medicina? Del no hace daño se ha pasado a matar…
No es necesario utilizar un lenguaje soez.El médico no es más que una persona integrada en
una sociedad que tiene unos valores y creencias mayoritarias. Nuestra sociedad ha aceptado
de forma absolutamente mayoritaria la excelencia de unas vacunas experimentales, ha
aceptado la eutanasia aplaudiéndola, ha archivado la causa contra el exterminio de ancianos
en residencias durante el inicio de la pandemia, Etc. La medicina tan solo ha cumplido su papel
dentro de nuestra sociedad que ha perdido sus valores.

Conozco una afectada, Johana Fernández, de Alicante que ha recorrido un itinerario terrible
recomendada en todo momento por médicos: que se pusiera la Pfizer, que era la buena, ya
que la primera, AstraZeneca, le había ido mal, incluso recibió un sms para que se pusiera la
tercera, como inmunodeprimida, y antes de la timo vacuna era sana como una manzana y
practicante de remo…
Entiendo perfectamente la indignación de esta chica. Sin embargo, hemos de tener en cuenta
que el ser humano es un animal social y, en temas sociales, anula instintivamente su capacidad
intelectual y se deja arrastrar por la inteligencia colectiva. Johana , como tantas otras
personas, no reaccionó por sí misma al hecho conocido de que se estaba inoculando un
producto experimental novedoso y potencialmente peligroso y lo hizo voluntariamente. Esa
misma conducta la dieron también muchos médicos, la mayoría. Ahora, cuando quiera exigir
responsabilidades por su daño, le dirán que lo hizo voluntariamente y que no tiene derecho a
ninguna indemnización, pero eso también lo sabíamos todos antes de empezar la vacunación.
Fuimos informados de que era experimental y de que los gobiernos y farmacéuticas no
asumirían responsabilidades y aún así la gran mayoría de la sociedad se vacunó, incluido los
médicos, sin planteárselo racionalmente.

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¿Ha muerto la Medicina con este genocidio?
Aquí no podemos hablar solo de la medicina, sino de toda la sociedad a la que pertenece y da
servicio.
¿ Me preguntas entonces que si ha muerto nuestra sociedad?
Espero que no. Espero que despertemos a tiempo y podamos reaccionar y revertir este y otros
muchos daños y que podamos sobrevivir a la gran crisis que nos espera.

Y todas esas enfermeras que se han dedicado a poner las inyecciones letales…uno que se
negó me dijo: hemos hecho todo lo contrario de lo que nos han enseñado. Nada de
consentimiento informado…
Las enfermeras, que también son parte de esta misma sociedad, también se inocularon la
vacuna. Muchas de ellas sabían que si se negaban o simplemente se planteaban la idoneidad
de vacunar, no volverían a encontrar trabajo en el sistema sanitario. Nadar a contracorriente
es muy difícil.

No se puede confiar en el sector de enfermería…
Claro que sí. La enfermería se vacunó masivamente y le administró a los pacientes lo que ellos
habían creído bueno para sí mismos. Han aplicado los protocolos que les indicaron con gran
profesionalidad y su mejor intención.
Lo que no se puede es esperar que los médicos y las enfermeras sean inmunes a la fuerza de
arrastre de la corriente social y que sean capaces de hacer prevalecer su propia capacidad
racional a la colectiva. Quién ha renunciado a pensar y decidir por sí mismo y se ha dejado
llevar, no debería pedir responsabilidades a médicos y enfermeras por hacer lo mismo.

Ya sabíamos que no se puede confiar en los políticos ni en las “autoridades sanitarias”…
Lo teníamos bien claro. Se ha rememorado mucho durante la pandemia lo que sucedió con la
vacuna de la gripe aviar y la macro estafa en la que participó la OMS y todas las autoridades
sanitarias de los países occidentales. Sin embargo, eso no ha servido para evitar este
desenlace.
El rebaño sigue al pastor aunque éste lo lleve al matadero.

Y los Colegios de Médicos, ¡qué degeneración, qué podredumbre!
Desde hace décadas, el papel de los colegios profesionales en la sociedad moderna está siendo
puesto en duda por un sector cada vez más amplio del público en general.

En esta ocasión, la Organización Médica Colegial ha omitido su deber de vigilancia y ha
permitido que se vulnere ampliamente el código deontológico y la legalidad vigente y así ha
dado un gran paso adelante en el camino hacia su propia desaparición.

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Se han dedicado a perseguir a los buenos médicos que avisaban del peligro…
Efectivamente, no sólo han omitido su deber, sino que se han puesto al servicio del poder
establecido, hasta el punto de convertirse en una Gestapo ideológica covidiana. Yo mismo fui
víctima de su persecución y sufrí la amenaza de perder mi título de medicina por haber
divulgado que habían aparecido efectos secundarios de las vacunas.

Usted es murciano, y le voy a pedir que me comente las cifras de Murcia: en los tres
últimos meses ha habido un exceso de muertes de 859, según el MoMo y se ha hecho eco La
Verdad. En Murcia, 859 defunciones de más es un dato terrorífico. Habrá habido comentarios,
se tiene que haber notado en la sociedad…
En absoluto. Ni esos datos han sido divulgados con la suficiente eficiencia como para que el
público cobre conciencia de ellos ni los vacunados los van a interpretar de la misma forma que
nosotros. La mayor parte de ellos siguen diciendo “imagínate lo que hubiera pasado sin
vacuna”.

¿Ha dicho algo Francisco Miralles, presidente del Colegio de Médicos de Murcia, o ha
callado?

Hay que tener en cuenta que la pandemia COVID se ha planteado a la sociedad como una
guerra ideológica entre covidianos y negacionistas. El Covidiano defenderá a muerte su
postura, negando la realidad si es necesario o tergiversándola para la mejor defensa de sus
dogmas ideológicos.
Por otro lado, el que ya se ha vacunado no quiere saber qué riesgos corre, porque le da miedo.
Prefiere no saber. Solo los que sufren una complicación lo reconocerán y muchos de ellos no
podrán contarlo a nadie.

¿Qué responsabilidad le cabe al presidente de la Comunidad Murciana, Fernando López
Miras?
De entre sus desacertadas decisiones, la que nos parece más reprochable ha sido la de
coaccionar a los adolescentes y jóvenes a vacunarse si querían recuperar su vida social en

discotecas y bares después del confinamiento, sabiendo que esa franja de edad tenía muy
poco riesgo de mortalidad y hospitalización y sobre todo sabiendo que los vacunados también
seguían contagiándose y contagiando a los ancianos que eran la población de riesgo. Otras
Comunidades Autónomas del PP, como la de Madrid, fueron mucho más respetuosas con los
derechos fundamentales y con el derecho a la salud de sus habitantes y de su infancia.
Mi previsión del tiempo: el otoño será muy caliente, el invierno, largo y gélido, y en
primavera florecerán las guillotinas. Esto clama al Cielo y pide justicia.
Es mejor no jugar a ser oráculos y esperar a que el futuro llegue y nos lo cuente. Lo hecho
hecho está, pero no podemos perder la esperanza de que conseguiremos salir victoriosos de