Josep Sansano.
Tal y como revelan las fotos, que no admiten ninguna clase de discusión, menos de 300 personas se han congregado hoy para acudir a la manifestación que se ha organizado en Cádiz por el sindicato Solidaridad, propiedad de Vox.
Nadie ha querido acompañar a Santiago Abascal y a Macarena Olona, en su estreno como candidata a las elecciones andaluzas (quien además recibió insultos por su posición pro vacunas durante la marcha por parte de los escasos simpatizantes), siendo rodeados únicamente de acólitos y palmeros, en su mayoría miembros del partido, que han sido traídos por autobuses fletados de forma gratuita desde todas las provincias andaluzas e incluso del resto de España, pues tal y como podemos ver, al menos uno de los autobuses con simpatizantes debía salir desde Alicante, aunque la intentona se saldó sin mucho éxito, puesto que al igual que otros tantos, fue cancelado por la baja asistencia de afiliados.
Esto no es un caso aislado y Vox ya está empezando a pinchar en lo que antes era su especialidad, los actos multitudinarios, como también se pudo comprobar este mismo sábado en el acto con Javier Ortega Smith en Orihuela.
El recito elegido, el teatro Circo de Orihuela, con más de 1000 localidades, delataba la pretendida intención de organizar al líder un baño de masas, aprovechando además la cercanía y afinidad de la zona de la Vega Baja con la derecha y el tema dilema de los regantes con el asunto del agua. La realidad es que apenas acudieron al acto unas 30 personas, compuestas en su mayoría por los cargos de la provincia e incluso rellenando los huecos vacíos con gente venida de Murcia, donde a las 8 estaba previsto otro mitin.
Esta desafección por parte de los afiliados de la que este medio ya viene avisando desde hace un tiempo, no es nueva y únicamente se ha cristalizado después de haberse podido comprobar por las cuentas anuales presentadas por Vox hace apenas unos meses, que el partido ha perdido en lo que va de año, más de 10.000 personas y ganado únicamente 11.000, quedando en números positivos solo 1000 afiliados de ganancia.
Probablemente, y como apuntan fuentes del País, estos 10000 afiliados que se dieron de baja en 2021, son aquellos que se introdujeron como afiliados fantasma en 2020 para poder votar en las primarias y elegir a aquellos líderes que eran más afines o favorables a la cúpula, y como no podía ser de otra manera, la afiliación real, totalmente desencantada, se ha largado dando la espalda a sus líderes y, en específico, Santiago Abascal, investido ya de hecho y de derecho, en el dictadorzuelo de un partido que continúa los pasos del ya oficialmente fracasado podemos.
Sería irónico que Andalucía, lugar que atestiguó el éxito de Vox, se convierta en su primer gran fracaso y en el primer clavo en su ataúd político.