Nunca antes en la historia moderna la crisis alimentaria se había vuelto tan grave, hasta el punto de que está siendo influenciada y exacerbada por tantos problemas importantes a la vez. Estamos en una “tormenta perfecta” y las cosas solo empeorarán a medida que pasen los meses.
En primer lugar, la crisis mundial de los fertilizantes provocará una pérdida de producción en todo el mundo, que afectará a unos 500 millones de personas. Los precios de los cultivos de India a Vietnam y Filipinas se han duplicado o triplicado solo en el último año, y con la escasez de fertilizantes como efecto del conflicto entre Rusia y Ucrania, se espera que el rendimiento de los cultivos caiga otro 10 por ciento en la próxima temporada. lo que se traduce en una pérdida de 36 millones de toneladas de arroz. (Relacionado: Se avecina una crisis alimentaria: la guerra en Ucrania amenaza el suministro mundial de alimentos, quinientos millones de personas corren el riesgo de pasar hambre ).
El trigo también tendrá los mismos problemas. Un experto en materias primas agrícolas advirtió que solo la guerra en Ucrania podría significar alrededor de 19 a 34 millones de toneladas de pérdida de producción para la exportación.
Ucrania y Rusia son responsables de aproximadamente el 30 por ciento de las exportaciones mundiales de trigo y el 65 por ciento de las de girasol. En el contexto en el que esos mercados son cada vez más estrechos e interconectados, una ligera interrupción en el suministro puede generar algún impacto en sus precios. Si la guerra entre los dos países continúa, la pérdida podría llegar a 43 millones de toneladas en 2023.
Los precios de los productos de trigo también han aumentado. Desde principios de marzo hasta principios de abril, el precio del trigo subió casi un 20 por ciento.
Además, con los extraños patrones climáticos, las perspectivas para los próximos meses no parecen muy prometedoras. En los Estados Unidos, gran parte del trigo de invierno había sido devastado por una sequía persistente . Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos , el 69 por ciento de la producción total de trigo de invierno se encuentra en un área que experimenta sequía, incluidas las variedades hard red winter, soft red winter y soft white. Esto incluye el 82 por ciento de la producción en Kansas, el 82 por ciento en Colorado, el 99 por ciento en Texas y el 99 por ciento en Montana.
El maíz tampoco se ve muy bien: Rusia y Ucrania son dos de los mayores exportadores de maíz del mundo y el conflicto está causando una inestabilidad considerable , lo que lleva a que sus precios se disparen.
Número de personas desnutridas en aumento desde 2014
El número de personas desnutridas ha aumentado en más de 10 millones al año. Incluso antes del estallido de la pandemia, cerca de 700 millones de personas no podían adquirir suficientes bienes para satisfacer sus necesidades diarias mínimas de energía alimentaria. Sin embargo, la pandemia empujó a 120 millones de personas más al borde de la muerte por hambre.
Los precios de los alimentos también han subido. Según el índice de precios de los alimentos, los precios en diciembre de 2021 aumentaron más de una quinta parte con respecto al año anterior . Los precios de los cereales han alcanzado su nivel anual más alto desde 2012; el aceite vegetal alcanzó un máximo histórico con un aumento del 65,8 por ciento desde 2020; y el azúcar aumentó un 29,8 por ciento respecto al año anterior a su nivel más alto desde 2016.
Incluso la carne y los productos lácteos no se han librado: los precios de la carne son un 12,7 % más altos en comparación con 2020, y el precio de los productos lácteos fue en promedio un 16,9 % más alto en el mismo período de tiempo.
Estos precios no deben ser desestimados por los especialistas en política alimentaria. Cuando el precio de los alimentos básicos aumentó en 2007 y 2008, dio lugar a disturbios por alimentos en numerosos países, así como a un cambio político en Oriente Medio.
Los consumidores de todo el mundo que normalmente no se ven afectados por la inseguridad alimentaria ya están sintiendo el impacto. En Japón, los precios de sus bocadillos más vendidos aumentaron un 20 por ciento, el primer aumento de precios desde 1979.
En Canadá, se dijo que el aumento de los precios de los alimentos era la causa del aumento de los hurtos en las tiendas, especialmente de carne, queso y alcohol.
El conflicto entre Rusia y Ucrania también podría afectar la seguridad alimentaria. En 2014, después de que los países occidentales impusieran una serie de sanciones a Rusia tras su invasión de Crimea, Moscú implementó contrasanciones que prohibieron por completo las importaciones de carne de res, cerdo, frutas, aves, queso y leche de la Unión Europea, Estados Unidos, Australia , Canadá y Noruega. (Relacionado: La guerra entre Rusia y Ucrania empeorará aún más la escasez mundial de alimentos a medida que las naciones pobres se enfrenten al hambre y los disturbios ).
Todos los indicadores ambientales, económicos y geopolíticos parecen indicar nuevos aumentos en los precios de los alimentos en 2022, y los formuladores de políticas deberán considerar sus acciones para prevenir tales crisis.