Enrique de Diego.
Alberto Núñez Feijoó es un mentiroso compulsivo, en eso iguala a Pedro Sánchez, otro que tal baila, y satán es el padre de la mentira, de donde Alberto es su discípulo aventajado. Es el peor vacunazi, fervoroso partidario de la timo vacunación obligatoria, del totalitario pase covid, que aún está en vigor en Galicia, triste herencia del satánico.
Es, por tanto, el mayor vacunazi. en un partido pocilga de ellos, desde Isabel Díaz Ayuso a Juan Manuel Moreno Bonilla, pasando por el ínclito Mañueco, y por su sumisión al globalismo y por su pasión dictatorial, sólo pareja al del Partido Comunista chino o al de Justin Trudeau, me merece la repulsa más completa y el deseo de que desaparezca cuanto antes de la vida pública, por el desaguadero de la infrahistoria.
Supongo que a estas alturas ya no engaña a nadie este lacayo de rostro serio, pero por si hay algún despistado, conviene que se sepa, como dice el maestro Roberto Centeno, que no representa ni alternativa ni alternancia a Pedro Sánchez ni al PSOE, que carece de discurso económico y discurso nacional, en donde es partidario de que los niños de País Vasco, Galicia, Cataluña. Comunidad Valenciana y Mallorca no tengan posibilidad de acceso al castellano; cuestión que no es óbice para el fervor losantiano, movido, sin duda, por el amor al euro.
Que es un globalista de la agenda 2030 y que viene a pactar con el PSOE en la «gran coalición» con los que busquen una opción en esa línea mejor que voten al original, al PSOE, a Pedro Sánchez, con el que se ha encontrado y ha escenificado un desencuentro en público, pero un entendimiento pleno en privado, empezando por entregarle el Consejo General del Poder Judicial y de paso, no llevar a los tribunales el reparto de amigos de los fondos europeos. Es decir, ha cedido en todo lo importante, a cambio de que en Andalucía el PSOE deje gobernar a Juan Manuel Moreno Bonilla, sin necesitar a Vox. ¡Qué vergüenza lacaya!
Feijoó las mata callando y llega dispuesto a ser la otra parta del proyecto globalista, que este amigo de narcos le importan un bledo el interés de los ciudadanos, pues cree saber que quien al árbol globalista de los pretendidos amos del mundo buena sombra le cobija, o más bien, buena meada de can le cae, que este tipo de enjuagues están muy vistos y levantan la indignación del respetable.
Como personaje acostumbrado a mentir es un fiel servidor de satán, el padre de la mentira. Miente a todos horas, miente más que habla, miente a todas horas, pero no sabe que el diablo te miente, te ofrece lo que quieres, y luego te destruye.