Enrique de Diego.
Tendría casi que agradecerte, mequetrefe hediondo, el haberme dado una de las horas más felices de mi vida en tu programa, Todo es Verdad. Era la ocasión para lanzar por las ondas el genocidio vacunazi que estaban organizando las élites, con la complicidad de los políticos y de la casta mediática, de la que tú, Risto Mejide de los cojones, formas parte. Fueron momentos placenteros, épicos y gloriosos. Me sentí el representante de la verdad, de la ciencia, de la sabiduría de los despiertos, sintiendo todo el aliento de ellos y también la responsabilidad de transmitir a todos los pobres engañados por la propaganda infecta de gentuza como tú.
El programa, fatuo prepotente, estaba preparado para una ridiculización y un linchamiento, con toda la parafernalia para la ocasión, los expertos y la incompetente Montse Suárez, con sus hilos de botox que le sientan fatal. Pero, ducho en el medio, sabía que la primera intervención no me podías callar, hubieras quedado de pena, así que coloqué trilita, empezado por meter el concepto genocidio. Luego tú entraste, habías caído en la trampa como un pardillo ensoberbecido, siendo tan imbécil que eres incapaz de ver que te han infectado con los pinchazos, «colecciono variantes», y saliste por el latiguillo, a los hermanos Marx, de «me alegro que hayas dicho esto en tu primera intervención». No te vas a alegrar tanto cuando declares el día 26 a las 10 horas ante la juez, acusado de presunto delito de incitación al odio, penado con entre 1 y 4 años de cárcel.
Ahora sí puedes llevar a tu programa, si te atreves, al prestigioso abogado José Luis Mazón, que se ofreció a ir cuando se produjera la admisión a trámite y ya se ha producido. Le habías preparado una encerrona con la abogaducha Montse Suárez, mucho arroz para tan poco pollo. Fue mi momento de más gozo, cuando la interrumpí, la desarme saludándola y luego entre a matar: «Montse, qué incompetente eres; no sabes de nada y vas de jueza». Por cierto, puedes ficharla para llevar tu caso y tienes asegurado los vis a vis con Laura. Dijo la cenutria que «0 posibilidades en los Juzgados, ningún recorrido». Cero patatero para esa mujer que no sabe envejecer y todavía va de mujer fatal. Es gafe: no creo que te fíes ahora mucho de ella y de su sapiencia jurídica, porque el día 24 vas a sudar tinta cuando declares ante la jueza, y te aseguro que te vas a cagar en los pantalones y tu prepotencia te la vas dejar en la puerta del Juzgado, de la sala de vistas, y vas a estar más suave que un corderito. Sí, sí, ¿cómo era eso de 0 posibilidades? ¿Anda que como te lleves el gordo para el cual llevas todas las papeletas!
Épica y gloriosa primera intervención de Enrique de Diego en el programa de Risto Mejide