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Dr. Juan Mariano Pérez Abad: «En Murcia funciona una dictadura fanática desvergonzada que se empeña en negar por decreto la evidencia»

Redacción




Enrique de Diego.

El Doctor Juan Mariano Pérez Abad es un espléndido galeno, que por amor a sus semejantes rompe el silencio de los corderos y los corruptos, y dice la verdad sin tapujos, gravemente consciente de lo que nos estamos jugando todos como sociedad presuntamente libre. La entrevista no tiene ni una línea de desperdicio y es para enmarcarla, y para que pasado el tiempo se pueda leer y concluir que en la sociedad murciana hubo un hombre valiente e ilustrado que no se vendió a la mentira, en un mundo tenebroso en el que se persiguió al enfermero que denunció el infarto de un inocente niño de 10 años después de ser pinchado.

Persecución al enfermero que denunció

– Un niño de 11 años ha sido ingresado en el Hospital Virgen de la Arrixaka con un infarto después de ser timo vacunado, ¿conoce usted más casos?

Los efectos adversos, letales o no, de la inoculación COVID están sujetos a censura. Los pocos profesionales sanitarios que nos hemos atrevido a divulgar los casos de los que hemos tenido constancia, hemos sido amenazados, perseguidos y hasta sancionados por unas autoridades sanitarias convertidas en Gestapo de la Nueva Normalidad.

Esa censura, presente en todo Occidente, incluye al resto del tejido institucional de nuestra Sociedad, especialmente a los medios de comunicación, por lo que es imposible conocer más casos que los que nos tropezamos directamente.

Esta dictadura fanática es especialmente desvergonzada en Murcia, donde las autoridades se empeñan en negar por decreto lo que ya se han visto obligados a reconocer abiertamente sus “amos” en el resto del mundo. Donde ya es pública la innegable relación de la vacuna con el extraordinario aumento de frecuencia de muertes súbitas, miocarditis, trombos e infartos, lesiones neurológicas, etc., las autoridades sanitarias murcianas asumen el ridículo de negar “la mayor” con tal de ser los que mejor ladran las órdenes del amo.

Entre los perseguidos figura también ahora el enfermero que reveló la existencia del caso del niño infartado tras vacunarse, al que aludes.

Es una «vacuna Herodes» que pretende despoblar el Planeta

– La relación causa-efecto es clara. No es normal que a esa edad se dé un infarto. Es consecuencia de la acción de la proteína Spike…

No debemos olvidar que esta vacuna genética está en fase de ensayo clínico. Por definición, cualquier problema de salud que aparece durante un ensayo clínico ha de ser considerado como un efecto adverso y registrado como tal, hasta que se acabe el ensayo y se evalúen los datos.

Todo el mundo científico asume que solo una pequeña proporción de los problemas de salud que se producen en el transcurso de cualquier ensayo clínico van a terminar figurando en los registros. Una de las principales causas de que no se recojan es la extraordinaria dificultad del proceso burocrático que ha de cumplimentar el médico que desea registrar un caso.

A pesar de eso y al margen de los mecanismos bioquímicos que lo provoquen (por ejemplo la Proteína Spike) todas las marcas de vacuna COVID han registrado ya cifras récord de complicaciones graves, en una tasa tan alta que debería haber provocado la suspensión inmediata de las vacunaciones en todas las franjas de edad, a nivel mundial.

Paradójicamente, en vez de suspenderlas, lo que han hecho las autoridades sanitarias mundiales, a pesar del consejo contrario de la propia OMS, ha sido promover la vacunación de los niños, que son un colectivo al que prácticamente no le afecta la enfermedad. Ahora, la mortalidad y morbilidad producida por la vacunación de los niños resulta infinitamente superior que el peligro que se pretendía combatir.

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Si a esto le añadimos que ya era conocido que los vacunados, incluidos los niños, siguen pudiendo contraer la enfermedad y contagiarla a los mayores de la familia, la única explicación que justificaría la campaña de vacunación infantil emprendida por las autoridades sería el deseo de hacer enfermar o morir intencionadamente a esos niños.

No temo ser calificado de “conspiranoico” al afirmar que nos encontramos ante una “Vacuna Herodes” cuyo aparente objetivo es el de la despoblación planetaria, diezmando nuestra infancia y provocándo como efecto adverso previsible su esterilización masiva.

«Ya nos vemos sometidos a una dictadura absoluta»

– Luego un niño de 8 años ha muerto en la pedanía de Las Palas, término de Fuente Álamo, sin embargo, no ha trascendido, los medios de comunicación han aplicado la omertá. ¿Qué explicación le encuentra?

Ya hemos comentado la complicidad de los medios de comunicación en la implantación de este nuevo régimen totalitario. La Prensa se ha convertido en un vasallo fiel al “Imperio”, que disimulará con cualquier burda excusa la poca información que consiga abrirse paso y trascender al gran público. Por orden de su amo, la gran Prensa omitirá este acontecimiento y, en caso de trascender, negará expresamente su relación con la vacunación que el niño acababa de recibir.

Pero la culpa no está solo en la Prensa o el Imperio. En realidad, todo el mundo conoce el carácter criminal de nuestras Instituciones públicas y de las personas que han ocupado sus cargos. Durante décadas, todos hemos venido siendo testigos de la impunidad de una corrupción que se ha convertido en cotidiana y de los robos, muertes y abusos cometidos o encubiertos por el Poder. También resulta evidente que esta perversión del Sistema afecta, en mayor o menor grado, a todos los escalones de nuestro Sistema Organizativo, desde las presidencias de instituciones supranacionales como las de la Unión Europea, hasta el ayuntamiento del pueblo más pequeño.

El problema es que la gente no quiere ver que ya nos encontramos totalmente sometidos a una dictadura absoluta, que hemos perdido los Derechos Fundamentales que garantiza nuestra Constitución. Reconocerlo supondría tener que plantearse hacer algo para defendernos, enfrentarnos al Poder poniendo en riesgo nuestra comodidad y nuestra seguridad, tal y como hicieron aquellos antepasados nuestros que entregaron su vida para conseguirlos. La mayoría prefiere «seguir la fiesta» sin plantearse nada más, hasta que la burbuja estalle.

«La sociedad murciana carece de pudor y no siente la necesidad de disimular sus actos delictivos»

– ¿Qué le pasa a la sociedad murciana? ¿Está muerta? ¿Es cobarde?

En este aspecto, la Sociedad murciana no se diferencia en nada de la del resto del País del que forma parte. De hecho, a nivel individual, Murcia es la cuna de muchas de las voces disidentes que se están arriesgando a dar la cara frente a nuestros depredadores. Sin embargo, a nivel colectivo, es tan incapaz de organizarse y defenderse como el resto del Territorio Nacional.

Son las Instituciones murcianas las que tienen un rasgo diferencial: Carecen del concepto de pudor y no sienten la necesidad de disimular sus actos delictivos. Por el contrario, a menudo presumen abiertamente de ellos. Ejemplo de ello es lo que decíamos antes de que la Comunidad Autónoma de Murcia, por decreto de sus autoridades, es el único sitio del mundo donde los vacunados no enferman ni mueren, donde no existen los efectos adversos de las vacunas y donde los que defendemos los Derechos Fundamentales y la dignidad individual del Ser Humanos somos unos delincuentes que debemos ser excluidos de la Sociedad.

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«Fernando López Miras tiene la responsabilidad del pastor que lleva a su rebaño al matadero»

– ¿Qué responsabilidad le cabe al presidente de la Comunidad Murciana, Fernando López Miras en este genocidio de los niños llevado a cabo con el camuflaje de la timo vacunación?

La función de ese cargo público no es la de tomar decisiones, sino la de obedecerlas y hacerlas obedecer sin rechistar. López Miras cumple escrupulosamente la función que tiene asignada con ese estilo peculiar de la Casta de Poder murciana, sin pudor, sin tapujos, sin disimulos, sin compasión por su propio Pueblo.

Él tiene la responsabilidad del pastor que lleva a su rebaño al matadero, siguiendo las órdenes del ganadero que le contrató y le paga el sueldo.

«El bienestar nos ha hecho débiles, egoístas y nos conduce hacia nuestra autodestrucción»

– ¿Los padres saben que han esterilizado a sus hijos e hijas?

Redundando en el símil del rebaño, las ovejas y corderos obedecen confiados la voz de su pastor, sin preguntarse cuál es el destino de la senda por la que los lleva. En esa confianza ciega incluyen, no solo sus propias vidas, sino también las de sus hijos. Está en nuestra esencia, en la propia naturaleza humana: somos un ser social y, para poder funcionar de forma coordinada, nuestro instinto empuja a la mayoría del grupo a obedecer la voz de mando sin cuestionar las órdenes.

Aún así, resulta difícil de explicar que la masa social siga confiando de esa forma ciega en un Poder Político que, en un país como el nuestro, ha sido capaz de crear grupos terroristas como el GAL, infringir masacres en falsos atentados como el 11-M, establecer una espiral de corrupción con escándalos diarios a cuál más cuantioso e impune, encubrir el tráfico, la prostitución y el sacrificio ritual de niños y esa interminable serie de monstruosidades que abarrotan nuestra Historia reciente.

Nos engañamos a nosotros mismos con la idea de que seguimos siendo un país libre y avanzado. Llegó un momento de nuestra Historia en el que la Humanidad (nuestro rebaño) fue capaz de controlar y poner límites a sus pastores y ganaderos, proclamar la libertad y dignidad del individuo frente al Poder, establecer una «Carta de los Derechos Humanos» y convertirla en realidad en forma de Derechos Fundamentales garantizados por la Constitución, en aquellos países socialmente avanzados a lo que denominamos «Estados de Derecho». Gracias a eso, llegamos a alcanzar un grado de justicia social y desarrollo tecnológico jamás soñado, consiguiendo que el obrero más humilde disfrutara de más comodidades que el césar más opulento del Imperio Romano.

Pero igual que sucedió en aquel Imperio, el bienestar nos ha hecho débiles, egoístas y nos conduce hacia la autodestrucción. Antes de que se emprendiera la vacunación infantil, ya habíamos generado la catástrofe demográfica más grande de nuestra Historia porque preferimos viajar a criar hijos. Antes de que se nos impusieran Estados de Alarma inconstitucionales, ya habíamos permitido que nuestros Derechos Fundamentales fueran reducidos a una caricatura, a cambio de prolongar en una burbuja el Estado del Bienestar. «Calidad de Vida» es como le llamamos a este egoísmo autodestructivo que se ha apoderado de nuestra avanzada Sociedad Occidental. «Antes muertos que sencillos», tanto adultos como niños.

¡Ingresan a un niño, de 10 años, tras el pinchazo, con infarto de miocardio en la UCI del Hospital murciano Virgen de la Arrixaca!

¡Fallece un niño de 8 años en Murcia por el pinchazo!