La estrella de telerrealidad de Netflix, Maya Vander, les contó a sus fanáticos la semana pasada sobre su devastador dolor después de dar a luz a un bebé que nació muerto a las 38 semanas de embarazo el 9 de diciembre.
“Ayer fue el día más difícil de mi vida”, publicó Vander, de 39 años, en Instagram , con una foto de ropa nueva de bebé en una caja de recuerdos que llevaba a casa del hospital en lugar de su bebé. “Siempre escuché sobre eso, pero nunca imaginé que sería parte de las estadísticas”.
Vander, una agente de bienes raíces de Beverly Hills que protagoniza el programa «Selling Sunset», había publicado una foto de sí misma en noviembre de una sesión de embarazo y parecía la imagen de la salud. Descrito como «totalmente vacunado» por la revista estadounidense , Vander tiene otros dos hijos: Aiden, dos, y su hija Elle, uno.
Después de su pérdida, escribió en la revista Insider que había sentido menos movimiento del bebé unos días antes de enterarse de que su bebé había muerto y también que su esposo y sus dos hijos habían dado positivo por COVID, aunque ella había dado negativo. Ella dijo que el bebé, que era “perfecto” y pesaba siete libras y cuatro onzas, sería sometido a una autopsia.
Hubo una ráfaga de cobertura de noticias comprensivas sobre la pérdida de Vander, pero ningún artículo se atrevió a hacer preguntas candentes: ¿las inyecciones de COVID durante su embarazo tuvieron algo que ver con la muerte de este bebé? ¿O COVID tuvo algo que ver con eso y las vacunas de COVID fallaron?