Debido a la vacunación obligatoria para los paramédicos desde marzo, varias enfermeras y médicos en Italia han sido suspendidos.
Ante la grave escasez de personal que amenaza con agravarse durante las vacaciones navideñas, crece la demanda de paramédicos no vacunados para volver al trabajo con una forma sencilla de control: pruebas cada 24 o 48 horas. Esta es la propuesta del jefe de la Asociación de Directores de Hospitales (ANPO), Giampiero Avrucio, jefe del departamento de angiología del Hospital de Padua.
«Al final de nuestra atadura»
“Con esta nueva ola de ingresos hospitalarios estamos al final de nuestra cadena. La situación paradójica es que la remoción de los compañeros no vacunados pesa aún más sobre nosotros, sobre las personas que tenemos que combatir la epidemia todos los días”, dijo Avrucio. .
Solo en el hospital de Padua, se ha suspendido a 200 profesionales no vacunados. Según Avruscio, debería suspenderse la suspensión de quienes se negaron a vacunarse. «Las pruebas sistemáticas podrían mantener la infección bajo control. El personal no vacunado podría regresar a las salas y hacerse un frotis de saliva cada 24 o 48 horas», dijo Avruscio.
Esta propuesta fue rechazada por Francesco Vaia, director del hospital romano «Spallanzani», que se especializa en enfermedades infecciosas. «Los hospitales deben ser seguros. Si fuera por mí, debería introducirse una vacunación obligatoria general para toda la población», dijo Vaia en una entrevista con el diario romano «La Repubblica» (edición del sábado).
Numerosas suspensiones
Investigadores especiales de la policía italiana capturaron a unos 280 empleados sin la vacunación corona obligatoria durante los controles en el sector de la salud a principios de diciembre. Los Carabinieri controlaban a unos 4.900 empleados en más de 1.600 centros médicos y de enfermería. A partir del 15 de diciembre, los trabajadores de la salud deben realizar el tercer pinchazo.
«Los trabajadores de la salud y todos los que ingresan a establecimientos privados o públicos deben tener la garantía de estar en un ambiente seguro», dijo el ministro de Salud, Roberto Speranza.
Italia quiere extender la vacunación obligatoria desde el 15 de diciembre a la administración en el sector de la salud, maestros, así como policías y soldados. A partir del 16 de diciembre, los niños de entre cinco y once años deberían poder vacunarse contra el Covid-19.