La comisaría de la Policía Nacional de Santiago está de luto por la repentina muerte de un agente que ha sufrido un infarto fulminante cuando se dirigía al trabajo. El fallecido tenía solo 47 años de edad y estaba adscrito a la unidad que sirve como enlace con los cuerpos de seguridad privada en la ciudad.
El trágico suceso se ha producido poco después de las ocho de la mañana de hoy. El agente aparcó su coche en el Campus Sur de Santiago y se dirigía a pie a la comisaría cuando se desplomó justo delante de la clínica de La Esperanza. Una mujer que en ese momento pasaba por el lugar y le vio tendido en el suelo entró en el hospital y dio la voz de la alarma, por lo que en cuestión de minutos el policía estaba siendo atendido por varios médicos, entre ellos un cardiólogo, que comenzaron a practicarle masaje cardíaco y maniobras de reanimación.