Luis Bru.
El ocaso de Pedro J Ramírez está siendo patético y s gafe esplendoroso. Tiene al Consejo de Administración de su chiringuito El Español, con el que pretendía reverdecer viejas glorias, que más bien parece la cueva de Alí Babá y los cuarenta ladrones. A mediados de noviembre fue extraditado a Colombia Carlos Mattos, cuyas acciones representa la polémica abogada Cruz Sánchez de Lara. Carlos Mattos tendrá que responder ya ante la Justicia colombiana por presuntamente sobornar a un juez, y sembrar presuntamente de dinero a sus colaboradores, para que adoptara medidas favorables a los intereses de Hyundai Colombia Automotriz.
Otro que ha sido procesado, con una fianza mancomunada de 1,3 millones de euros, es el empresario canario Eustasio López, de la constructora Lopesan. Eustasio está implicado en la red de prostitución 18 Lovas y de tener trato carnal con dos menores.
Por si no fueran pocas las desgracias del gafe, la presentación de su libro fue un sonoro fracaso. Asistieron pocas celebridades de la política y retiradas como Esperanza Aguirre y Ana Botella. Ha quedado como un personaje siniestro que deambula sonado por el escenario. Quien le ha visto y quien le ve a Pedro J, el gafe.