Editorial.
Ante el sesgo que van tomando las cosas con la marcha alocada hacia un totalitarismo atroz, y en el bien entendido caso de que los globalistas n van a parar si no les hace frente en su terreno, y lo mismo cabe decir de sus lacayos las castas políticas parasitarias y corruptas y los medios de intoxicación y propaganda, una serie de ciudadanos conscientes -entre los que se encuentran nuestro editor, Enrique de Diego, y el prestigioso abogado José Luis Mazón Costa- hemos decidido poner en marcha la siguiente estrategia:
1) Poner en marcha una Asociación que defienda en el plano judicial los derechos de los no vacunados frente a los delirios totalitarios pero que, sobre todo, se dedique a la movilización de la sociedad e impulse su capacidad de reacción, convocando movilizaciones, protestas y acudiendo, cuando sea necesario, a la desobediencia civil. Esta acción será inmediata.
2) Poner en marcha, a medio plazo, un partido político a semejanza del austriaco Pueblo, Libertad y Derechos Fundamentales (MFG), que ha obtenido representación en el Parlamento regional de Alta Austria con 3 diputados y el 6,4%, que rompa el sistema y se enfrente al nazismo imperante en los partidos políticos con representación parlamentaria. Cuando esté dado de alta el Partido, y se den las c0ndiciones para ello, la Asociación quedará durmiente.
El partido saldrá sólo si es necesario. Entendemos que Vox tiene una posición timorata y admite en sus filas a un totalitario claro que recibe subvenciones de las farmacéuticas como el diputado Juan Luis Steegmann. El mantenimiento de ese personaje es motivo suficiente para concurrir a las próximas elecciones generales.
3) Dedicar todos los esfuerzos a entrar en contacto con los diversos movimientos de las diversas naciones a fin de establecer una coordinación y ayuda con ellos hasta confluir en una Internacional contra el genocidio que se está perpetrando.
La hora es decisiva y crucial. El globalismo, con una histeria inusitada y sin contemplaciones, ataca en todos los frentes hasta hacer el veneno de muerte obligatorio, y debe tener una respuesta superior mediante una movilización general.