Enrique de Diego.
Rambla Libre había dado la exclusiva de la denuncia por incitación al odio contra Risto Mejide presentada por el prestigioso abogado José Luis Mazón, así que tiene lógica que «Luz María», perfil de twitter, se pusiera en contacto conmigo a fin de obtener el teléfono de José Luis. En los días anteriores había llegado a la conclusión de que como se hiciera eco de la denuncia Risto y se le ocurriera citarnos había perdido la batalla de calle. Llamé a José Luis y saltó al contestador. Informé por Mensaje Directo de Twitter a Luz que no cogía el teléfono pero que devolvería la llamada al poco tiempo. Me dio un teléfono que salía en la web y me preguntó si ese era, pensé que se refería a mi, y le dije no, y le di el correcto. Se puso en contacto conmigo y me preguntó que si estaba dispuesto a participar en el programa, le dije que por mi parte no había ningún inconveniente pero que entendía que el protagonismo correspondía a José Luis Mazón y la inste a que esperara su respuesta. Me llamó José Luis y me expuso que por motivos procesales como abogado no debía intervenir hasta que estuviera admitida a trámite. Estuvimos de acuerdo en que iba ser una encerrona, pero que convenía que yo interviniera para lanzar mensajes que nunca se han escuchado en televisión y que serían comentados después por toda España.
Estoy curtido en el medio y sabía que la primera impresión sobre mi intervención sería negativa porque Risto iría con sus «expertos» de la nada y teniendo él la última palabra, pero al día siguiente los mensajes calarían. Por de pronto, había una primera victoria, que Risto Mejide tendría que responder ante la Justicia y tendría que hacerse eco de la denuncia. Se hizo muchísimo eco, sin caer en la cuenta de que se estaba haciendo el harakiri.
Mi idea era que me preguntaran lo que me preguntaran salir en tromba y dar dos mensajes: 1) Afrontamos un genocidio para eliminar población perpetrado por las clases políticas y mediáticas que tiene en las timo vacunas que inyectan el veneno de muerte su arma letal; 2) ese genocidio es especialmente grave con los niños que los van a esterilizar y a matar y que los padres que se prestaran a ello eran unos criminales. Esos dos mensajes estaban dados. Muchos pensaréis que son obvios, pero nunca, nunca, se han dicho en una televisión generalista como la Cuatro y en un momento en que la sociedad está en duda y esos mensajes eran descarnados y demoledores. La nación lo merecía.
Luego vinieron otros mensajes corolarios de esos: Bill Gates como organizador del genocidio, la corrupción médica y de los «expertos» con las farmacéuticas, Gibraltar, donde todos han sido infectados por el veneno de muerte, la mentira de las estadísticas del Ministerio de Sanidad y de las autonomías, la defensa de Luc Montagnier y los científicos de primer nivel que están denunciando el genocidio, el Kun Agüero, que era clave para que le entrevistara, el «algo no cuadra» con las dudas del socialista Miguel Sebastián…Sabía que si me cortaban, había ganado de calle y me cortaron el sonido. Pude escuchar al Dr. Luis Miguel de Benito que estuvo glorioso, magistral, muy ilustrativo diciendo que los infectados son por la timo vacuna, que no hay no vacunados hospitalizados y que es todo mentira. También me dio tiempo a darme un paseo y relajarme.
Dije por el pinganillo que si seguía con el sonido cortado me levantaba y me iba del programa, me dijeron que Risto volvería conmigo, Entonces hubo un momento estelar cuando dije que había estado con el sonido cortado y que eso era prueba de su talante nazi, cosa que les fastidia sobremanera porque nada ofende más que la verdad. Y que no era antivacunas, como insistía, sino anti está falsa vacuna con el veneno de muerte. Se acabó y no hubo más.
Bueno sí. Estaba allí una farandulera haciendo de abogada y de juez que responde al hombre de Montse Suárez y que se presta a cualquier trabajo sucio con tal de ganar un dinero y tener presencia pública. Era de justicia defender el buen nombre de José Luis Mazón Costa, aunque no lo necesita, y reconocerle su prestigio acrisolado. Lo hice y además llame «incompetente» a la falsaria y puse en solfa su traición a Manos Limpias y Miguel Bernad.
En suma, todos los objetivos logrados. Éxito rotundo. La encerrona iba de suyo. El viejo y gastado argumento de las formas también, pues ellos pueden mantener un tono monocorde de monserga, hacerse las víctimas e interrumpir al contrario rasgándose las vestiduras como auténticos fariseos. José Luis Mazón y yo estuvimos de acuerdo, nada más terminar el programa, que había sido una clara victoria y un punto de inflexión. El Stalingrado del globalismo en España. Ahora toca el aprovechamiento del éxito y hay ideas para ello…