El sacerdote José María Aicua, de 61 años de edad, ha fallecido este jueves en Pamplona tras sufrir un repentino infarto mientras celebraba una misa en la iglesia de Cristo Rey. Era párroco en San Francisco Javier y en Cristo Rey, donde han ocurrido los hechos.
El 8 de septiembre, moría mientras dormía Fernando Reyes Rico, sacerdote sevillano, párroco de San Julián y Santa Mónica, que se había timo vacunado a pesar de haber pasado ya el coronavirus.
La enfermedad se ceba en los Jesuitas de Loyola por hacer caso a Bergoglio en el “acto de amor”