AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Carta al mudito Losantos: Se te van las bebe lejías para respirar aire libre

Redacción




Enrique de Diego.

Así estás más guapo, calladito estás pero que mucho más guapo, Losantos de los cojones; tú, que no te callas ni debajo del agua, de pronto se ha hecho el silencio más completo; Luis del Timo, perdona vidas, también se bate en retirada; y Juan Luis Steegmann, el que recibe en su chiringuito de las farmacéuticas un millón de euros y encima se hace el ético, chorizo, hace mutis por el foro. Me gusta este silencio. En las películas del Oeste, siempre sale el protagonista diciendo que no le gusta nada ese silencio y justo, atacan los indios. Pues a mí me gusta este silencio del locutor hutu y sus mariachis. No hay nada como plantarte cara, y repartir estopa para que te vengas abajo y no aguantes la presión, bocazas, y te tengas que meterte la lengua en el culo y chitón, que ya te ha caído una denuncia de Cristina Armas de Liberum por incitación al odio, y espera que no te caiga otra, locutor hutu, por lo de las cucarachas que hay que matarlas; despojando de su dignidad de seres humanos como hacen los más abyectos totalitarios.

Elía Rodríguez con su asesino moral Federico Jiménez Losantos.

Este silencio espeso, también de la ajada Isabel San Sebastián, está lleno de significados, todos ellos positivos, tiene el dulce sabor a la victoria más plena. Te has batido en retirada, cobardica, capitán de las sardinas. Te has callado como una puta babilónica y has quedado como lo que eres: un mierda. Y aquí estamos los que no nos doblegamos ante los poderes oscuros del mundo, y menos ante un tirillas y un bocazas como tú, que eres tan canallita, enano, que te atreves a preguntar si no timo vacunamos a los niños; pues claro que no, no los queremos matar de miocarditis, amante de los asesinos en serie, no queremos esterilizarlos y además enterrarlos, para que Steegmann cobre su minuta. Se necesita ser mala persona y pigmeo moral para querer exterminar a los niños, y para comparar a Isabel Zendal  -considerada la primera enfermera española, rectora del Orfanato de la Caridad de La Coruña, que participó en la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna de Francisco Javier Balmis cuidando de los veintidós niños de la Casa de Expósitos de La Coruña que viajaron a América, con edades de entre tres y nueve años, y de los veintiséis que fueron a Filipinas, durante los diez años que duró la expedición para llevar la vacuna de la viruela a los territorios españoles de ultramar- con estas gilipollas del Tiktok, con sus coreografías burlescas, que se dedican a pinchar el veneno de muerte, que ya ha acabado con la vida de la gran Elia Rodríguez.

NO TE LO PIERDAS:   Las abuelas asesinas: ¡Los niños no se tocan!
Ketty Garat.

Así, que enano amenazante -«aquí no entra nadie que no se haya vacunado porque me contagia a mí», cuando es al revés, que no te enteras- se te va a quedar la redacción en cuadro. Ya se te va Ketty Garat, con la que coincidí en un par de programas y me pareció simpática y con la cabeza bien amueblada, y Beatriz García, ex redactora jefe de ese panfletucho que tal mal responde al nombre de Libertad Digital, que ya sabemos que el liberalismo está bien para las universidades, pero no para la realidad, para la vida cotidiana. Dos bebe lejías que no pasan por el aro y que quieren respirar aire libre y no el tufo totalitario que tú expandes en tu cuerpecito. Y Ketty Garat como se vaya con los del Yunque, te da un pasmo, un tembleque. Te vas a quedar con Yésica Sánchez, AstraYésica, la idólatra de los pinchazos.

Yésica Sánchez.

Tú, calladito, chitón. Has de vestirte de pardo sayal y hacer penitencia. Te hemos derrotado, presagio de toda una serie de batallas que se ganarán hasta la victoria final. ¡Banzai! Tú, a temblar con el espectro de la malograda Elia, cuyos pasos no ha querido seguir, y ha hecho bien, Ketty Garat. ¡Cómo me gusta este silencio, sabe a gloria! Con nosotros está la razón y la ciencia, con vosotros, hijos de las tinieblas, está la irracionalidad, el asesinato en serie y la burda codicia. Anda y que te dé por culo un pez espada.