Javier de la Calle.
La Guardia Civil acudió cerca de las 4 de la mañana a una fiesta que se estaba haciendo en la localidad de Entrerríos por un supuesto intento de violaión por parte de dos jóvenes que según testigos tienen origen magrebí.
La fiesta concurría con tranquilidad cuando la aparición de dos patrullas de la Guardia Civil que habían sido avisadas alertó a los fiesteros, así como los sollozos de dos mujeres jóvenes que se marchaban de allí por el trauma generado. Además, las jóvenes habían llamando a sus progenitores, quienes aparecieron en la fiesta con la ira de un padre cuya hija casi es victima de una abuso sexual.
Ante la atónita mirada de los asistentes, el padre de una de ellas también fue detenido por su conducta. Según señalan los testigos, quienes también fueron advertidos por las autoridades, uno de los progenitores ha tenido que ser reducido y esposado porque quería violentar a los dos supuestos jóvenes que intentaron cometer el abuso. Mientras el padre vociferaba y arremetía a empujones contra las autoridades por la impunidad, los dos detenidos de origen norteafricano estaban de pie y con una actitud muy calmada para el delito que habían cometido.
Detenido y en el suelo, la guardia civil se llevó cerca de las 4 de la madrugada a los jóvenes sin ningún tipo de violencia o mientras presentes y testigos intentaron mediar con indignación con las autoridades para que dejaran libre al cabreado padre, quien al final no fue al calabozo. Quienes presenciaron la escena una vez conocido el intento de violación querían tomarse la justicia por su mano, pero los guardias civiles lo han impedido. Algunos testigos sitúan a los detenidos procedentes de Sevilla, pero es un dato que no está confirmado
Aún no hay constancia de denuncia por parte de las víctimas, pero este acto no puede quedar impune ante la justicia como muchos otros casos en los que los abusadores se escudan en el alcohol y el ambiente, así como en el racismo para quedar libres de tan rechazable acto.