Editorial.
Las farmacéuticas han cometido el mayor crimen contra la Humanidad, están cometiendo; el genocidio se compagina con el negocio más lucrativo, el del crimen en serie, a las órdenes de su principal accionista, el mayor enemigo contra la Humanidad, Bill Gates. Las genocidas farmacéuticas tienen corrompidas a las agencias de regulación, la EMA y la FDA. Ha sido y es todo una farsa para eliminar población en grandes dimensiones.
Las farmacéuticas deben pagar caro el crimen cometido. Deben pagar con la vida de sus accionistas y de sus ejecutivos y de su personal en juicios sumarísimos; sus familias deben ser investigadas para ver si conocían los planes que se traían entre manos; por supuesto Bill Gates y Anthony Fauci deben ser ejecutados a la mayor brevedad, mediante el atentado personal. Los bienes deben ser incautados y deben utilizarse para resarcir a las víctimas de este Holocausto tremendo. Delenda est Cartago.