Enrique de Diego.
Alba es una madre de dos niños de dos y cuatro años, que lucha por ellos, siempre ha sido un antisistema, pero en agosto pasado no pudo más, entendió que había que hacer algo, se cogió el megáfono y se fue todos los viernes a La Rambla de Tarragona, con sus pancartas, y su voz de mujer digna y encorajinada a proclamar las verdades del barquero, a despertar a tanto dormido.
No quita para que piense que es como darse contra un muro, que algunos no ven el peligro. Ella ha seguido contra viento y marea, luchando por los jóvenes, por los niños. Instintivamente, ha resuelto uno de los problemas más graves de nuestra sociedad, la desinformación, la incomunicación de la que surge la manipulación. Se acerca a la gente, hace corro pregunta. Al principio, pasaba alguno que insultaba, pero en los últimos meses todo ha sido apoyo y agradecimiento.
Con su megáfono, ella es una reina, un hada madrina, una heroína, que suelta a los cuatro vientos las verdades del barquero. Viajero, caminante, si pasas por Tarragona, un viernes, al atardecer, acércate a La Rambla, allí estará Alba, quizás fatigada de luchar, todos los guerreros se cansan y necesitan relevos, une tu voz a la suya. Es un ejemplo de coraje para todos.