Redacción.
Buenas noticias para todos: 358.124 andaluces de entre 40 y 69 años no se han timo vacunado, se han negado a ser pinchados, a pesar del acoso de la red sanitaria política. Es una cifra oficial. La primera que se da sobre el fracaso del bio terrorismo en mayores de 40 años, que debe darse en toda la nación. Un dato para la esperanza. Una base para la rebelión.
Dice la prensa regional que «se han convertido en una de las principales preocupaciones de las autoridades sanitarias porque son un talón de Aquiles en la estrategia de toda la comunidad andaluza». Y lo son porque esas 358.124 personas no han recibido ni un pinchazo. Ni Pfizer, ni Moderna, ni Janssen.
Una buena parte de ellos, según la Junta, no ha querido, otros no han podido por circunstancias diversas y otra parte, más pequeña, porque su localización ha resultado imposible. Al Gobierno andaluz le preocupa, y mucho, y «se ha lanzado, por eso, a la caza de estos hombres y mujeres a los que está haciendo llamamientos continuos desde hace unos días».
Casi cada día, desde la Junta de Andalucía se hacen llamadas al bio terrorismo. Ayer, los genocidas vicepresidente, Juan Marín, y el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, han salido a advertir del riesgo y a pedir que corran -dicen ellos- a inmunizarse. Pero en realidad es a exponerse a las nuevas variantes, a crearlas, a destruir su sistema inmunológico innato, a que les generen enfermedades autoinmunes, les esterilicen y les maten.