Enrique de Diego.
Hoy, 26 de junio, nos permites donosamente quitarnos el bozal, chulo puta Pedro Sánchez, grandísimo hijo de la gran puta, tirano. ¿Por qué hoy y no ayer? ¿En qué ha cambiado? Ya has infundido suficientemente miedo en la gente alelada para que hoy la mayoría de españoles lleven la señal de su esclavitud y de su muerte.
Es más que probable que has hecho esta concesión a la libertad para esconder los indultos a los presos del procès, a los que estabas obligado. Una muestra de debilidad asquerosa, refrendada por la firma del fantoche coronado, otro débil mental y de carácter. El indulto se da a quien se arrepiente, y estos no están arrepentidos para nada, así que te la volverán a hacer.
Esputo de babosa, mal nacido y mal parido, con esa hechura de imbécil consumado, te vas a convertir en el mayor genocida de españoles. Te vas a llevar por delante a todos los jubilados, a la Guardia Civil, al Cuerpo Nacional de Policía, a las Fuerzas Armadas, al sector de la enseñanza, a la Administración de Justicia, y te vas a ir tú con ellos, que todo lo conviertes en espectáculo, mindundi, mediocre, mierda que eres el presidente de la mierdocracia que selecciona a los más mierdas y en la cúspide, el más mierda eres tú.
O es que eres muy tonto, tontísimo, o es que eres muy malvado, perverso, aunque las dos cosas suelen darse juntas, con el alelado y estúpido de Iván Redondo. Te dedicas a inyectar, asesino, la proteína Spike en este reality show montado por las televisiones, a las que graciosamente diste 15 millones de euros, y esa proteína tóxica, por la corriente sanguínea, pasa a todos los órganos vitales, hasta invadir los huevos, que a ti faltan, con tu Begoño, y el cerebro, que los que mueren, timo vacunados, lo tienen destrozado por la farmacéuticas con tu complicidad de gilipollas.
El otoño será el acabose, la mortandad, cuando los sistemas inmunológicos deteriorados sean arrasadas por las nuevas cepas. Entonces querrás de nuevo confinarnos, y arruinarnos, que se te da hongos, tirano de pacotilla que estás para hacerte un Juan de Mariana. Y te inventarás nuevas mentiras: 1) que no has vacunado lo suficiente y nos echaras la culpa a los despiertos, a los que hemos apagado la televisión, a los que no nos suicidamos con enfermedades autoinmunes, so gilipollas, y no nos van a pinchar, que no cuela, so cabronazo; 2) que hay que vacunar a todos los niños y quitar la patria potestad a los padres y entonces será la rebelión de las madres, y detrás irán los calzonazos de los padres. Y luego te vas a cagar tú, mentecato, piltrafa, escoria, que estás más visto que el tebeo.
Que, al final, te las tendrás que ver con los supervivientes que te odiarán, sanos y fuertes, recios y templados, que te juzgarán por crímenes contra la Humanidad, el crimen más horrendo: intentar eliminar la especie humana. Entonces te haremos tragar los 125 millones que le diste, de nuestro dinero, a Gavi de Bill y Melinda Gates, esas ponzoñas inmundas. No te vamos a perdonar, lacayo de las farmacéuticas, instrumento del genocidio.