La pequeña isla italiana de Lampedusa, cuya población apenas supera los 6.000 habitantes, sigue sufriendo nuevas oleadas de inmigración ilegal.
Tan solo en la jornada de ayer, fueron desembarcados más de 700 indocumentados procedentes de las costas africanas, ante la total incapacidad del gobierno italiano (y, por extensión, de la Unión Europea) para proteger sus fronteras en lo que es una abierta invasión.