Virginia Montes.
El primer ministro británico se casó el sábado 29 de mayo, revelando al público su fe católica. Una anomalía en la sociedad inglesa muy protestante, y una primicia absolutamente histórica en la historia del número 10 de Downing Street.
¡Impactante! Por primera vez en la larga historia política de Inglaterra, el Primer Ministro de Su Majestad es… católico. La reciente boda de Boris Johnson, el sábado 29 de mayo, hizo pública esta información. Un verdadero terremoto en un país que hace tiempo que corta sus lazos con Roma. Como relata Le Point , la fe católica del Primer Ministro se remonta a su primera infancia. Bautizado al nacer, Boris Johnson se convirtió al anglicanismo durante sus estudios. Una necesidad política real, en un país donde el monarca es jefe de la Iglesia Anglicana, y donde el propio Primer Ministro es el encargado de nombrar obispos y arzobispos.
Según Le Point, por lo tanto, es voluntariamente que «BoJo» habría ocultado su fe. Hay dos razones para esta discreción. Primero, al primer ministro le hubiera gustado facilitar sus relaciones con la reina Isabel II; sabemos que la reina es muy religiosa y, en particular, está a caballo entre las cuestiones religiosas. Además, en el momento de su llegada al negocio, Boris Johnson tuvo que gestionar la difícil cuestión irlandesa, en el marco del Brexit. Un expediente por el que el Primer Ministro no quiso ser considerado partidista, quedando Irlanda particularmente marcada por el conflicto religioso. De hecho, a pesar de un declive muy pronunciado en la práctica, la sociedad inglesa todavía se ve desgarrada con frecuencia por la oposición entre católicos y protestantes. Si la cuestión irlandesa es un ejemplo conocido, este es también el caso en determinadas competiciones deportivas, en debates políticos o dentro de las administraciones públicas. Sin duda, la salida papista de Boris Johnson corre el riesgo de sacudir a la sociedad británica.