Luis Bru.
Pedro J está gagá. Es el personaje más desacreditado. Hay un consenso nacional de desprestigio, la izquierda y la derecha coinciden en una sola cosa: en el descrédito de Ramírez. Hoy en Liarla Pardo, que nunca la lía, porque da pellizcos de monja, que digo de novicia, al sistema, el de Logroño, ha repetido lo que ya indica en El Español: «Estar frente a Vox y Podemos no es equidistancia, es defender la democracia». Bueno, sí es equidistancia, porque situar en el mismo fiel de la balanza a una derecha de valores perfectamente homologable y a los comunistas es un desfonde ético. Pero, sobre todo, es no caerles bien a unos y a otros. En twitter se lo han tomado a recochineo, como su apuesta por Ciudadanos y Edmundo Bal; total, Ramírez se va a ir por el sumidero igual que Ciudadanos. Pedro J no se pone el body rojo ni el verde, se queda en pelotas y ladrando como un perro. Sobre el 11 M, sus años de mentiras le pasan factura. No defendió que hubiera sido ETA sino el PSOE a través de la Policía: «Cada vez más indicios apuntan a que el 11 M se gestó en el seno de los aparatos policiales y los servicios del Estado democrático». El gran bulo.