Josep Sansano.
Emigdio Tormo Moratalla, el diputado de Ciudadanos al que salpica el escándalo del Club de Tiro La Gaviota, por el que se concedió presuntamente irregularmente la licencia, y que ha sido denunciado a la Intervención Central de Armas y Explosivos de la Guardia Civil, es el último zaplanista, vestigio de la intervención del imputado por corrupción Zaplana en la puesta en marcha del partido naranja en la Comunidad Valenciana.
El 16 de abril de 2018, Eduardo Zaplana tuvo su último momento de gloria, abrió el curso del Ateneo Mercantil sobre «40 de la Constitución», con una conferencia sobre «El éxito de la España de las autonomías y las reformas necesarias». En los primeros bancos se sentó Emigdio Tormo, mostrando de esta forma su adhesión personal. Poco tiempo después, Zaplana era detenido e ingresaba en prisión preventiva y está ahora a la espera de un juicio que se retrasa.
El diputado autonómico hizo buenas migas con el síndico de Ciudadanos, Toni Cantó. Pero ahora esté, tras abandonar Ciudadanos, ha quedado en terreno de nadie, tras decidir el Tribunal Constitucional que su presentación en la lista del PP de Madrid es irregular. En el clima de fragmentación que vive el grupo de Ciudadanos en la Comunidad Valencina, en tensa calma que precede a la tormenta, Emigdio Tormo, según fuentes internas del partido naranja, midió sus fuerzas para postularse como síndico o portavoz pero no encontró apoyos. Su salida hacia el PP está cerrada pues tiene las alas cortadas por su pasado militante de zaplanista y por contar con el rechazo del presidente de la Diputación, Carlos Mazón, personaje que Génova quiere postular como presidente regional y candidato futuro a la Generalitat.
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