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No me vacunaré

Redacción




Enrique de Diego.

No me vacunaré en esta oleada de pánico inducido por políticos y medios de comunicación y de amplio negocio para las farmacéuticas, donde cualquier voz discrepante o crítica se trata de acallar en nombre de la «ciencia» política, como aquel comité de expertos que nunca existió. Nada se sabe o se dice de los efectos a medio y largo plazo. Las vacunas producen trombos y la opinión pública es sometida a una serie de decisiones políticas cambiantes, todas en nombre de la ciencia.

En ese sentido, es esclarecedor el programa, siempre interesante. de Fernando Paz, «La inmensa minoría» de ayer con la catedrático de Universidad, María José Martínez Albarracín:

  • Las vacunas promueven nuevas cepas más letales: en otoño se supone que la mortalidad será más alta
  • Provocan infertilidad tanto en varones como mujeres
  • El virus es claramente de laboratorio
  • La relación entre la vacuna de la gripe y la letalidad por el coronavirus es un hecho
  • En Hungría, donde se ha vacunado a buena parte de la población han aumentado los contagios y las muertes
  • Lo mismo sucede en Chile

Estamos siendo sometidos a un proceso de ingeniería social llamado vacuna, nueva legitimidad del poder político, a una experimentación con humanos. Es hora de que paremos este desquicie: el virus funciona en modelo campana, de modo que la inmunidad de grupo se consigue cuando pierde virulencia y aquí se está siguiendo la línea contraria.