Ariadna Cabrera.
La herencia de Hana Jalloul en Canarias es lesiva, lastrante y extemadamente violenta. Nadie entiende que no se la llame a dar explicaciones en el Congreso de los Diputados como Secretaria de Estado de Migraciones, ni que la pregunta qué quiere decir migraciones, porque estas son de pueblos enteros que sustituyen a la población autóctona. De nuevo motín en el campamento tinerfeño de Las Raíces, a cual más violento. La Policía Nacional tuvo que utilizar pelotas de goma. Hay varios heridos y ocho detenidos. ¿Para qué? No se les deporta. Hana Jalloul debe estar contenta.
Una serie de vídeos grabados por los propios irregulares y compartidos en las redes sociales muestran la actuación de la Policía Nacional, que tuvo que disparar pelotas de goma durante la intervención, y el posterior enfrentamiento en el interior del viejo acuartelamiento de Los Rodeos.
Los irregulares denuncian que no hay comida para todos, lo que genera numerosos momentos de tensión entre los internos. El reparto de comida en el exterior, en el campamento de protesta, también es problemático, pues al no haber una organización en el reparto, suele predominar la ley «del más fuerte» y generarse enfrentamientos. Tanto la Policía Nacional como la Policía Local de La Laguna han tenido que intervenir en numerosas ocasiones, realizando detenciones y cargas ante el amplio número de inmigrantes. Allí se encuentran unas 2.000 personas.