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París: el rectorado quiere promover la «mezcla social» de los estudiantes de secundaria, los padres denuncian la «segregación escolar»

Redacción




Virginia Montes.

La reforma del software de asignación de la escuela secundaria que debe entrar en vigor a principios del próximo año escolar provoca la ira de algunos padres.

A pocos meses de su entrada en vigor, la reforma del software de asignación para escuelas secundarias (Affelnet) está bajo el fuego de la crítica, como relatan nuestros colegas de France 3 Ile-de-France . Los padres en particular, por varias razones. Por un lado, el anuncio hecho por el Rectorado de París en marzo de su entrada en vigor el próximo septiembre es considerado demasiado tarde, en particular por el presidente de la comisión local FCPE del distrito 19 de la capital: “Este proyecto es no es justo, demasiado apresurado, demasiado tarde, mal explicado. El rectorado no puede evitar en marzo una solicitud en junio ”, dice Séverine Brissonnet.

Pero sobre todo, como evoca este último, es la reforma en sí misma de Affelnet lo que plantea interrogantes y enfurece a algunos padres de alumnos, en particular a los de los distritos denominados “populares” . La retroalimentación de los padres cuestiona el sistema de puntos. Porque, como recuerda France 3, el sistema establecido hace unos diez años otorgaba una determinada cantidad de puntos en función de las notas del alumno, el lugar de la facultad donde estudiaba o el hecho de que fuera becario. Y hasta entonces, había cuatro sectores en París: cada estudiante de secundaria tenía derecho a elegir entre diez escuelas secundarias.

Petición lanzada

Pero una vez que la reforma esté en marcha, todo cambiará, es decir, que los puntos siempre se tendrán en cuenta, pero antes de los resultados escolares y el IPS (Índice de Posicionamiento Social), señalan nuestros compañeros. A partir de entonces, los alumnos podrán elegir entre tres sectores: el 1 que obtenga la mayor cantidad de puntos pero con la opción de solo cinco escuelas secundarias en el sector de su anterior colegio; el 2 con escuelas secundarias en un radio de 25 a 40 minutos, pero con menos puntos; y finalmente el 3, con escaso número de puntos, donde el alumno puede elegir su establecimiento en todo París.

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Sin embargo, este criterio geográfico es considerado «discriminatorio» y visto como «segregación educativa y social» por algunos padres, para quienes, por ejemplo, su hijo que tiene buenas calificaciones en un barrio «de clase trabajadora», no podrá ir a un establecimiento elegante, a riesgo de perder muchos puntos. «Los puntos relacionados con la geografía, el lugar de la universidad, nunca pueden ponerse al día con otras bonificaciones» , critica Séverine Bissonnet de la FCPE. Del lado del rectorado, por el contrario, defendemos un “mestizaje social” y la evitación de los “bachilleratos de nivel”. La directora académica a cargo de las escuelas secundarias, Claire Mazeron, destaca entre nuestros colegas de France 3 que además,“Se da un bono a las personas que han elegido las universidades públicas del sector y que no han ingresado al sector privado” . Y para ella, el hecho de enviar buenos alumnos en bachilleratos «intermedios» y alumnos «intermedios» en buenos colegios es otro de los «colegios integrados» . Si este último piensa que la reforma «equilibrará los niveles», los padres piden el aplazamiento de la reforma. Incluso se ha lanzado una petición contra Affelnet.