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España, camino de repetir la inseguridad de la delincuencia Quinqui durante la Transición a manos de los Menas

Redacción




Javier de la Calle.

España, durante la Transición en los 70s, tuvo que lidiar con unos “niños” de entre 14 y 17 años que eran unos peligrosos delincuentes que no solo robaban, acuchillaban y violaban, sino que hasta mataron. A estos delincuentes hasta les hicieron una serie de películas que denominaron Cine Quinqui.

Estos Quinquis, adolescentes violentos que arrasaron varias zonas de España, casi siempre en Cataluña, tuvieron sus “héroes”, que no eran sino aquellos más precoces, violentos y sanguinarios, como los tristemente famosos Jaro, Vaquilla, Torete, Pirri, Pepsicolo, Kungfu o El Pijo, la mayoría toxicómanos desde niños y alcohólicos. Hoy la mayoría muertos a temprana edad.

 

TIRONES, VIOLACIONES Y ASALTOS FUERON HABITUALES

Ellos pusieron de moda los tirones de bolso desde los coches que robaban y acabaron con atracos a bancos y farmacias. Durante un atraco con una recortada, la camarera, madre soltera de dos niños, Luz Divina Peláez, moría de un disparo en la cabeza a manos de uno de estos delincuentes durante el atraco a la cafetería donde trabajaba.

Fíjense la influencia que tuvieron estos delincuentes y sus películas del Cine Quinqui, que hoy en día se siguen utilizando palabras inventadas por ellos, como “Mola” o “Fetén”. Pero la influencia más preocupante es la que tuvieron entre los menores de esos ambientes en los que se movían, que solo veían como salida ser como esos delincuentes, a los que veían como referente.

 

LA NUEVA VARIANTE DE DELINCUENTE JUVENIL A LO QUINQUI

A España le costó mucho tiempo y sufrimiento deshacerse de esa sensación de inseguridad que crearon estos delincuentes juveniles, no niños inocentes, y hoy, en pleno siglo XXI, estamos asistiendo a la nueva variante de esa violenta delincuencia juvenil en un gran número de esos Menas que entran ilegalmente en nuestro país y que están generando inseguridad allá por donde van. No son casos puntuales los delincuentes, sino casos puntuales los que no lo son.

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La Cataluña arrasada por los Quinquis hoy está representada por Canarias, en especial Gran Canaria, que está sufriendo ese desgaste creciente de su seguridad a manos de estos “niños” que no son otra cosa que peligrosos delincuentes juveniles que deberían de ser expulsados de España a la mínima muestra de esa delincuencia.

 

EL EFECTO CONTAGIO EL MAYOR RIESGO

Como ocurriera con los delincuentes Quinquis, uno de los mayores riesgos es el efecto contagio entre los otros que aún no han delinquido, con el mantra de que mientras son menores de edad no pueden ser expulsados ni ir a prisión, lo que agrava, como ocurriera con los delincuentes Quinquis, los actos que cometen ante esa falsa presunción de impunidad.

A aquellos delincuentes Quinquis nos los tuvimos que comer con patatas porque eran nuestros y fruto de nuestra sociedad y carencias de aquella época, pero que Marruecos nos envíe a las ovejas negras que no quiere y tengamos que sufrir las consecuencias de ello los españoles y, en especial, los canarios no es asumible ni aceptable.

 

RESIDENCIA POR PUNTOS ÚNICA VACUNA POSIBLE

Europa debe cambiar la legislación y adecuarla a los acontecimientos actuales y promover la residencia en los países de la UE mediante un sistema de puntos similar al del carnet de conducir, con un compromiso de aceptación de expulsión si se agotan y con el hándicap de tener un mínimo para poder optar a la nacionalidad de cualquier país de la UE.

A estos ilegales dotarles, junto con el NIE de un número máximo de puntos y que si se pierden sean los primeros en deportar. Solo así se consigue un mínimo control de esa delincuencia y adaptación a las normas.

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O se reacciona con los Menas de forma drástica, o se convertirán en los nuevos delincuentes Quinquis que arrasen con su violencia nuestras calles, como ocurriera en los 70s y 80s. Tenemos la experiencia y no podemos dejar que se repita lo ocurrido.