Luis Bru.
A Eduardo Inda no le ha salvado de la censura de twitter su globalismo militante en política internacional. Se ha caracterizado por su postura contraria a Trump y a favor de Biden, calcada de José María Aznar. Pues ni por esas, twitter ha cerrado la cuenta de Ok Diario con una excusa peregrina, en sí absurda: Eduardo Inda tenía “13 años” cuando abrió la cuenta en 2015. Una afirmación demencial, si se sabe que el director tiene actualmente 53 años.
En concreto, el mensaje que aparece para anunciar el bloqueo de la cuenta de OkDiario es el siguiente: «De acuerdo con nuestros Términos de servicio, todos los usuarios de Twitter deben ser mayores de 13 años de edad, y determinamos que no cumplías con este requisito de edad en el momento en que se creó esta cuenta».
El bloqueo de la cuenta de Ok diario, durante parte del martes, luego ha sido rehabilitada, llega en plena polémica por la censura que las redes sociales, y más concretamente Twitter, están haciendo de determinados contenidos y personajes, normalmente con ideología conservadora. La eliminación de las plataformas más sonada ha sido la del ya expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, persona por la que Inda no siente el más mínimo aprecio.
Eduardo Inda afirma, con ironía, que tiene 17 años pero «muy mal llevados» y afirma que: «Twitter nació hace cosa de 12 o 13 años como un maravilloso instrumento de comunicación. Era purita magia. Permitía conectar al hombre más poderoso del mundo, al presidente de los Estados Unidos, con la persona más humilde del planeta en el lugar más remoto», comienza Inda que, sin embargo tiene una visión muy diferente de cómo ha evolucionado la red en estos años: «La pena es que muy pronto Twitter se convirtió en el estercolero que es hoy día. Un estercolero en el cual a las personas que, como un servidor, somos liberales de centroderecha, se nos insulta, se nos injuria, se nos calumnia y se nos amenaza de muerte prácticamente a diario y se nos perpetra toda esta suerte de delitos sin que Twitter cierre o chape las cuentas de los matones en la red».
Pero la censura se ha convertido ya, desgraciadamente en marca de la casa. «No hay censura para los calumniadores matones de izquierdas, pero sí se cierra, por ejemplo, la cuenta del ex presidente de los Estados Unidos que, si bien es cierto que es un golpista, no lo es menos que tiene derecho a su libertad de expresión. Y esto lo digo yo, que soy un humilde periodista, pero lo dice también una tal Angela Merkel», recalca Inda que pone como ejemplos a otros mandatarios y dirigentes políticos que campan a sus anchas por Twitter. «Esta censura al señor Trump choca con la libertad de movimientos que tiene en Twitter un narcodictador y asesino como Nicolás Maduro; un ex jefe de la banda terrorista ETA como Arnaldo Otegi o un golpista como Carles Puigdemont», recuerda Eduardo Inda.
N. de la R. Mostramos nuestra solidaridad con Eduardo Inda ante este nuevo caso de censura. La censura denigra a quien la practica. Y Donald Trump no es ningún golpista, en ninguno de los sentidos del término.