Ignacio Fernández Candela.
Amado Padre: primero fue la muerte, luego el engaño y no solo en España sino también en el mundo entero. Con origen en la China comunista, callada mientras millones de chinos infectaban Occidente. Hoy la China marcha pujante sin mascarillas después de facilitar el engaño de la OMS con la inercia de una pandemia que no siendo tan letal, es contagiada por cualquier síntoma gripal pasados los efectos letales de lo que fue un arma biológica. Prohibidas las autopsias, errados los tratamientos. Muerte masiva por manipulación. Los picos, las olas, los desvaríos políticos contra la población sometida, forman parte de la nueva normalidad que unos psicópatas de mierda han impuesto, junto a la complacencia de no menos mierdas que representan los vendidos de este desgobierno criminal.
Si miramos nuestros orígenes y cuarenta años de libertad, percibimos la estafa criminal de Sánchez y la manada del desgobierno con mucha nitidez.
Querido Papá, nacimos de ti como una generación de la historia de España privilegiados con la gloria de la paz, la honra del esfuerzo colectivo y el mérito de la convivencia. Éramos los hijos de la democracia, la dignidad del perdón en el consenso, la evolución de las ideas en libertad, el mérito del respeto por la unificación de un destino constitucional, aprobado y consensuado por un pueblo capaz y resiliente. Poseímos la suerte de una normalidad democrática incluso con la agonía de un franquismo que garantizó la estabilidad subyugando los desmanes de la política. Verdad demostrada. Tú fuiste artífice junto a una generación brillante de días de gloria y ejemplo, inspiradores de tantas décadas en verdadera libertad, hasta que se ensombreció la vida con tu muerte y España con el advenimiento de unos demonios engendrados por la oscura criminalidad de una miserable caterva de arribistas siniestros. Son tiempos de un satanás globalizado. No es casual tu marcha orquestada desde las diabólicas sombras de estos años decisivos. Me alivia que el engaño de los diablos que orquestan la farsa de una pandemia menos letal que las intenciones liberticidas ya no te afecte, lejos de engaños y rapiña ejercida por esta carroña delictiva que justifica como política acciones netamente delictivas con coerción a la Justicia.
Como en EEUU que de normalidad no tiene nada y aún están las espadas en alto, en España la credibilidad de Sánchez e Iglesias es la misma que la de los criminales bajo sospecha pública o certeza delictiva. Por ello las protestas se incrementan y llegarán al estallido social, porque no hay engaño que se prolongue por encima de las perentorias necesidades vitalicias de millones de familias abocadas a la ruina y la tragedia.
Basta observar a tus asesinos, de tu consuegro y decenas de miles de inocentes, para constatar que estos vendidos a la estrategia de Satanás llevan la penitencia en las caras. La pregunta es cuándo.
Carroña es la que estafa aprovechando los efectos de una tragedia tal y como han demostrado Sánchez e Iglesias y cuantos se representan como carne de presidio si hubiese justicia verdadera, aunque sí huelen a basura quemada cuando se abrasen en el averno, los muy confiados patanes de satanás.
A poco que vaya cayendo los culpables del mundo, veremos el efecto dominó llegando a nuestro país subyugado por una caterva de estafadores de muerte. El engaño no puede durar mucho cuando los asesinos no pueden escudarse tras la coartada política, siendo simples y carroñeros delincuentes cuyas miserables componendas no pasan inadvertidas ante la creciente indignación popular.
Te Amo Siempre, Padre.