Javier de la Calle.
Rambla Libre ha entrado con fuerza en Canarias, ha conectado con el público canario por la información solvente y veraz de nuestro digital sobre la realidad canaria. Los canarios se está viendo reflejados en Rambla Libre. No así en sus medios digitales y la verdad es que en ellos encuentran un discurso políticamente correcto, al dictado del Gobierno autonómico canario, que es lo que alimenta de publicidad institucional para mantenerlos y engrosar sus cuentas corrientes.
El Día de Tenerife es el digital que peor trata la crisis canaria. Para él tiene más importancia «un ciervo en apuros en Santander» o «una nueva estafa salpica a Isabel Partoja», por decir dos ejemplos reales, y no informa de los graves sucesos que tienen lugar en Gran Canaria. Sólo, ayer, da una noticia en lugar poco destacado de que «Coalición Canaria exige respuestas para que Canarias no sea «una cárcel» para inmigrantes». El diputado Oswaldo Betancort solicita «un diagnóstico real» ya que a su juicio Canarias no dispone ni de infraestructuras ni capacidad para albergar a inmigrantes. El lector valorará qué diagnóstico real desea Betancort si a ilegales alojados en complejos turísticos considera que están en una cárcel. Se preocupa más los irregulares que por los canarios, que están empezado a vivir como en una cárcel, sin salir de casa y sin expectativas de futuro.
El que ha empezado a desperezarse y a informar es Canarias 7, de quien ya habíamos detectado un completo distanciamiento de los comentarios de sus lectores, seriamente preocupados y bastante sensatos sobre las medidas a tomar. Canarias 7 no ha podido ocultar más la realidad a raíz de que se hiciera viral el vídeo sobre la reyerta sobre el control del aparcamiento en San Fernando de Maspalomas. El digital parece lamentarlo. Prefiere vivir en su sopor, aburriendo a las ovejas. Escribe al dictado de la Delegación del Gobierno quien señala que los incidentes » son puntuales y que están muy localizados, y su viralización a través de las redes sociales han despertado cierta sensación de inseguridad en las calles de San Fernando». Lo malo es que se hayan viralizado, no que hayan ocurrido.
La «sensación» de inseguridad es real. «Más contundente se mostró Rosa. «La situación es insostenible». Dice que tiene miedo por su hija. «La dejé ahora en casa y le dije que trancara bien y que pusiera a los perros cerca de la puerta». A ella le consta un aumento de los robos y lo atribuye a la presencia de los migrantes alojados en los hoteles del sur».
Lamentablemente, la indignación canaria ha dado lugar, muy minoritariamente, a que «varios grupos de wasap de tintes claramente racistas en los que se vertían toda clase de insultos contra los migrantes y se confabulaban para emprender acciones para sacarlos de las calles del pueblo». Esto del racismo ya es un mantra, que no asusta a nadie.
La Provincia desinforma claramente. Esconde las noticias: «Mogán reclama a Marlaska refuerzos para garantizar la seguridad» y «Policía y Guardia Civil vigilan las redes sociales por mensajes xenófobos en Gran Canaria», tema recurrente, cuando la xenofobia práctica se ha ejercido con extraordinaria violencia por algunos magrebíes. También inserta que «el PP exige a Escrivá que dé explicaciones por la gestión de la crisis migratoria» (migran los pájaros, o los pueblos cuando invaden). Y luego la realidad cotidiana: «Cuatro pateras más en Gran Canarias y Lanzarote», 241 más a alojar y dar de comer.
Ya que en los digitales locales no se ven reflejados, ni por asomo, los canarios buscan refugio para estar informados en Rambla Libre. No la van a buscar en Tele Canarias, donde no dan ninguna noticia, como si no pasara nada, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, pero ahí manda el Gobierno canario.