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La fisioterapia se consolida como uno de los pilares de la terapia médica

Rubén Martínez




­En algunos casos no resulta necesario pasar por cirugías para solucionar los problemas de salud, ya que es posible contar con opciones menos invasivas. Una de ellas es la fisioterapia, con la que se pueden aliviar dolores y heridas mediante ejercicios y masajes, siendo un tratamiento más natural y cómodo para los pacientes, algo que incluso se puede realizar a domicilio.

La fisioterapia es un tratamiento médico que no sólo funciona para aliviar lesiones graves o restaurar la movilidad en partes del cuerpo que la perdieron, sino también para aliviar dolores físicos, causados tanto por malos hábitos, como por posturas inadecuadas o por la vejez.

Es una especialidad médica bastante versátil, la cual puede incluso ser útil para evitar cirugías, solucionar problemas respiratorios o ayudar a recuperar la movilidad después de un derrame cerebral, entre otras patologías. Su importancia es tal, que actualmente es considerada como uno de los pilares básicos de la terapia médica, siendo las otras tres la farmacología, la cirugía y la psicoterapia.

Aunque se suele indicar a personas que están recuperándose de una lesión o enfermedad, también es muy útil para una persona común. Los niños, los ancianos o las embarazadas se pueden beneficiar mucho de la fisioterapia, pues les permite sanar mediante técnicas que no son nada intrusivas, incluso pueden llegar a ser antiestrés, llegando a bajar los niveles de ansiedad que tanto daño pueden causar a la salud mental.

La fisioterapia a domicilio es una modalidad mucho más cómoda para el paciente, pues el terapeuta se dirige al hogar para realizar los masajes y explicar los ejercicios que se deben hacer para aliviar aquello que pueda aquejar. Es especialmente recomendable para aquellas personas que, ya sea por su edad o por su condición de salud, no pueden dirigirse a un consultorio.

Lo mejor de todo es que no se debe consumir ningún tipo de medicamento para realizar la terapia, siendo completamente natural. No es intrusiva y resulta hasta relajante, siendo un tratamiento bastante efectivo y cómodo de recibir. Después de todo, sólo se necesitan hacer ejercicios ligeros y recibir masajes que no agotarán ni cansarán al paciente.

Con el apoyo de un fisioterapeuta a domicilio se puede prevenir sistemáticamente el deterioro físico del cuerpo humano. Por esto es una terapia tan recomendable para los ancianos, pues les ayuda a controlar ese desgaste característico de la edad y así poder llevar un estilo de vida mucho más activo. Todo esto sin agotamiento o cansancio significativo para una persona de la tercera edad, claro está y, lo mejor de todo es que no tendrá que salir de casa.

Mayor bienestar y mejor calidad de vida

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­­La historia de la fisioterapia es tan antigua como la de la medicina misma. Y es que el propio Galeno, quien fue padre de la medicina, utilizaba terapias mediante masajes e hidroterapia para tratar a las personas. Esto data del año 460 a.C., época que puede ser considerada como el nacimiento de esta especialidad.

Desde entonces la fisioterapia ha evolucionado vertiginosamente. Hoy en día son muchas las condiciones de salud que pueden aliviarse con esta terapia, siendo un ejemplo, las lesiones, fracturas, quemaduras y la pérdida de movilidad.

La fisioterapia tiene como principal beneficio el alivio del dolor, además de fortalecer el organismo en cuestiones relacionadas con la potencia muscular, la flexibilidad y la movilidad. Todo esto se traduce en un mayor bienestar y una mejor calidad de vida.

Por otra parte, la rehabilitación a domicilio mediante fisioterapia está recomendada para aquellas personas que han pasado por accidentes o lesiones graves, tales como fracturas, quemaduras o tendinitis. Además, también es vital durante una recuperación postcirugía o cuando se sufre un desgaste relacionado con el deporte.

En casos de recuperación, la rehabilitación mediante fisioterapia resulta vital para poder volver a realizar las actividades de la vida diaria. Es un proceso indispensable para erradicar los dolores y sanar las heridas, además de poder recuperar la movilidad. Es un tratamiento antiguo, pero aún así es uno de los más eficaces con los que cuenta la medicina hoy en día.