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Trump, contra la corrupción más criminal de la historia

Redacción




Mike Sala.

Muchos norteamericanos comprenden muy bien cuál es el verdadero trasfondo de lo que está sucediendo en Estados Unidos con el proceso electoral presidencial iniciado en noviembre de 2020. Es mucho más que una pugna política entre candidatos o una confrontación entre partidos. En realidad, es la guerra entre la libertad y la servidumbre. Y el enfrentamiento crucial entre los partidarios de Trump y los de Biden bien pusiera suponer el desenlace definitivo que precipitaría al mundo, tal y como lo hemos conocido hasta ahora, hacia un estado de control totalitario con el que las élites sueñan hace siglos. Entre los que se revelan ante este control que la agenda globalista pretende imponer, se encuentra el abogado Lin Wood, miembro del equipo legal de la ex Fiscal General Sidney Powell. Wood sigue atacando al estado profundo y corrupto, esta vez asegurando que muchos de los poderosos de Estados Unidos y del resto del mundo están siendo chantajeados por una campaña global de extorsión que amenaza con desvelar cuántos de ellos están involucrados en casos de abusos sexuales infantiles y asesinatos de niños. Lin Wood asegura tener en su poder el sistema de descifrado de las pruebas documentales en vídeo de muchos de estos personajes influyentes en esas terribles actividades y ha dejado caer que quienes están traicionando a los Estados Unidos, como el juez Roberts, presidente de la Corte Suprema, están controlados por esa trama de extorsión.  

 

Durante estas dos últimas semanas las plataformas sociales y los medios de comunicación han tomado posiciones definitivas. Fox sigue con sus cifras de audiencia en caída libre debido al apoyo de la cadena al partido demócrata y a sus líderes, hasta el punto de que sus informativos podrían pasar perfectamente por programas de CNN. Facebook sigue maniobrando a favor de la agenda globalista a la que pertenece y sirve Joe Biden, y ha eliminado, por poner solo un ejemplo, a más de 1.700.000 seguidores de un grupo que comparte noticias sobre el fraude electoral y rechaza al candidato demócrata como presidente. Twitter continúa poniendo en duda todos y cada uno de los comentarios de Trump, cosa que no sucede con las publicaciones de los izquierdistas del Partido Demócrata. Y la prensa en papel y digital, así como los noticiarios de TV y radio afines a Biden siguen ignorando el continuo aporte de pruebas y evidencias que los equipos legales de Donald Trump y Sidney Powell siguen acumulando para presentar a la Justicia en su debido tiempo.

 

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Las investigaciones sobre el fraude electoral y las supuestas irregularidades cometidas en ciertos colegios electorales de Michigan ya apuntan hacía la imprenta que se haya bajo sospecha de haber producido en masa papeletas electorales falsas que luego habrían sido distribuidas en camiones hacia los “swing states”, y ciertos detalles de estas investigaciones coincidirían con los testimonios de dos conductores que confesaron, a finales de noviembre de 2020, haber transportado en octubre cientos de miles de esas papeletas a diferentes destinos en varios estados hoy en litigio. La izquierda ha pisado a fondo el acelerador y no se contenta con desacreditar en sus medios y redes cada información sobre el fraude electoral. Llegando ahora al atentado personal, táctica común del izquierdismo mundial, los miembros del equipo técnico que auditará las papeletas del Estado de Georgia bajo autorización por el Congreso Estatal fueron atacados a tiros en sus propias casas, en la ciudad de Atlanta, días después de hacerse público el inicio de la auditoría electoral. Entre tanto, Dominion Voting Systems sigue demostrándose como sistema de escrutinio fallido y corrupto en el actual proceso electoral para el senado de Georgia. En el Condado de Chatham, el conteo de votos se paralizó justo en el momento en el que el candidato republicano aventajaba significativamente al demócrata, y los trabajadores electorales fueron desalojados cuando aún quedaban muchos miles de votos por contar. 

 

La semilla del globalismo plantada hace tiempo en el Partido Republicano está dando ahora sus más oportunos frutos. El Senador Mitt Romney, quien desde el primer momento se posicionó a favor de la victoria de Joe Biden negando el fraude electoral, es uno de los republicanos que públicamente ha advertido que no apoyará a Trump en la impugnación de las elecciones presidenciales. Romney, senador republicano por Utah, uno de los estados que sí apoyó a Texas en su demanda contra el proceso electoral de Pennsylvania ante la corte suprema, fue llamado “traidor” a gritos en un vuelo rumbo a Washington D.C. en el que viajaban muchos partidarios de Trump para la gran manifestación de hoy, 6 de enero. Alguno de los pasajeros pro Trump fue más atrevido y pidió explicaciones a Romney sobre sus supuestos vínculos con Biden y la compañía Burisma, foco de sospechas en el mundo de las altas finanzas. Trump no solo pelea contra los demócratas. La agenda globalista también tiene adeptos en el Partido Republicano, en el que a no tardar podría surgir un cisma que separaría definitivamente  a los patriotas de quienes no lo son tanto.