Enrique de Diego.
Ahí está Ana Patricia Botín con la marca de la bestia, el pin de la agenda 2030. que propugna un mundo sin fronteras y un gobierno mundial, distopía que pasa por el exterminio de la raza blanca, para conseguir un mundo de amos y esclavos, a imagen y semejanza de la tiranía china. Ese pin multicolor de dudoso gusto al que se suman personas que aparecen enfrentados como Felipe de Borbón, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, José Luis Rodríguez Zapatero, Javier Maroto…Ese pin con el que manifiestan su sumisión a los poderes globalistas y a la eliminación de las Patrias, pesadilla de las élites, llamada a no realizarse nunca y a producir enorme sufrimiento, por la gente más amoral del mundo.
¿Qué les une a todos ellos? Su amor por el hedor de los cadáveres: aborto y eutanasia.
La incompetente Ana Patricia Botón que llegó a la presidencia del Banco Santander tras la muerte, muy poco sentida y casi festejada, desde luego no aclarada de su padre, Emilio Botín, es la principal representante en España del Club de Bilderberg, uno de los grupos opacos que pugnan por el mundialismo y se creen con autoridad moral para decidir el destino y la desgracias de los seres humanos.
Celebrada por todos, poderoso caballero es don dinero, Ana Patricia suelta de vez en cuando una patochada presuntamente feminista, como si ella hubiera recibido el Banco de Santander por sus méritos y no por graciosa herencia, que su padre no quería. Quien tenga su cuenta en el Banco de Santander ya puede ir cambiando de Banco o ya sabe que está colaborando con su propio exterminio.