Javier de la Calle.
Los efectos de la absurda peatonalización de varias calles de Galapagar ya han empezado.
Los primeros afectados los repartidores de los bares, como se ve en la fotografía, lo que conlleva que, al no poder acceder a las zonas de carga y descarga, deben estacionar en la entrada de la Plaza de la Iglesia impidiendo el paso a personas de movilidad reducida a la verdadera zona peatonal del centro.
Este parking improvisado de carga y descarga obliga a todas las personas de movilidad reducida a entrar por la única zona que queda cuando los camiones deben descargar.
Es decir, otra chapuza del incompetente equipo de Gobierno Municipal que, desoyendo a comerciantes y vecinos ha llevado a cabo esta inservible y dañina medida que se agravará cuando se complete con la calle Guadarrama.
Los vecinos miran atónitos las consecuencias mientras se preguntan dónde está la supuesta mejora.
A ver cuántas más lían en los 2 años que les quedan hasta que se les eche en las próximas elecciones, nos cuentan vecinos, en especial Cs, que ya huele a desaparición en ese Consistorio en 2023.
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