Enrique de Diego.
No supliques, macarra, Pablo Iglesias, tirillas, tú eres el chulo mierda que trajo los escraches a España, era el jarabe democrático, y a ti no te han hecho ningún escrache, no han pretendido asaltar tu casa, ni mucho menos, no te ha pasado como a Alberto Ruiz Gallardón, clamando despavorido, como a Cristina Cifuentes, extrema violencia, ni como a Soraya Saénz de Santamaría, a cuyo escrache se sumó el padre de Lilith, tu asesora, Jorge Verstrynge, que está como una chota. Has presentado querellas a todo bicho viviente y has pedido cárcel, verdugo, y nadie ha reconocido acoso, impresentable. No tienes media leche, que te cruzó la cara en la Universidad hasta el enclenque de Kiko Méndez Monasterio.
Una docena de jubilados dándole al magín para protestar, en una vía pública, que te han convertido, en abuso flagrante de poder, poniendo el himno nacional, que a ti tanto te ofende, empeñado en considerar que el acoso lo promueve Vox o el PP, y no la realidad, la legítima protesta es Fuenteovejuna. Te lo haces en los pantalones por cualquier cosa, más de tres millones de euros nos cuesta a todos tu seguridad y la Guardia Civil lacaya se ha pasado tres pueblos contra una jubilada y su madre, para dar gusto a tu sed de venganza. No te han hecho ningún escrache, rilao, que quizás te lo hagan, cuando suceda protesta y lloriquea, pero tus tres niños no han pasado, ni remotamente, ningún peligro.
Pareces tonto del culo, tenías que haberte ido a vivir a La Cañada Real. A tus vecinos, a los de La Navata, todas tus medidas les hace la vida imposible y te extrañas que protesten. Estás empeñado en llevarles al hambre y la miseria, en proletarizarlos, en poner en entredicho sus haciendas, tan partidario tú de los ocupas, y su modo de vida, friéndolos a impuestos, teniendo que poner seguridad en sus casas, porque la Policía Nacional está para custodiar al señorito. Les quieres dejar sin España, tu modelo de nación es inexistente, les llamas fachas, les desprecias, les sitúas como el enemigo a batir y luego encima quieres que te respeten, coletas, chepas, más que coletas casposo, más que chepas. A ti, chaval, te falta sentido común. Lo raro es que no haya ido a protestar pacíficamente toda España a Galapagar, politólogo de tres al cuarto, que no se van dejar llevar a Venezuela sin protestar, antes de que sea demasiado tarde. En La Calada Real hay suficiente escoria para la que tú gobiernas, en esa movilidad descendente que tú predicas.
No supliques, traidor. Aguanta. No eres querido en La Navata porque no tienes méritos para que te quieran, ni a Irene Montero, ahí no hay gente que dude de su sexo. Mentiste a modo para llegar a esto, a vicepresidente de la agenda 2030, que significa el exterminio de tus vecinos de La Navata, y pretendes que se queden quietos. Aguanta, mamón, no te lo hagas en los pantalones, que no te va a votar nadie, que abandonaras el Gobierno, que ya las encuestas te conceden 20 diputados y en caída libre, y entonces no tendrás esos pretorianos de los que te rodea el gran sodomita Marlaska. Aguanta y no lloriquees.