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USA: El presidente de la Corte Suprema, acusado de corrupción y pederastia

Redacción




Mike Sala.

En la guerra sin cuartel entre la libertad y la servidumbre que se está librando en Estados Unidos no caben medias tintas. No se hacen prisioneros. Hoy se ha publicado que los trabajadores electorales del Estado de Georgia que presentaron declaraciones juradas testificando sobre el fraude electoral masivo, y otros trabajadores que hablaron con medios de comunicación, están siendo despedidos. Al mismo tiempo una filtración reveló que en el famoso condado de Maricopa, Az., los supervisores electorales mantuvieron una reunión en la que votaron rechazar presentarse a la citación de la Cámara Legislativa Estatal y así evitar rendir explicaciones sobre las sospechas de fraude masivo y las declaraciones juradas que desenmascaraban dicho fraude. De este modo, mientras los corruptos no disimulan serlo, se cierran las puertas a toda explicación y se despide a quienes tuvieron el valor de no callar, otra declaración del abogado Lin Wood, compañero del equipo legal de la ex Fiscal General Sidney Powell, le alegró el día a los medios de comunicación y convulsionó la justicia norteamericana. “El Presidente de la Corte Suprema John Roberts está corrupto y debería dimitir de inmediato”, declaró en Twitter, añadiendo que “durante mucho tiempo me he preguntado sobre los registros como pasajero de John Roberts en el avión de Jeffrey Epstein. Sospeché que se trataba del presidente de la Corte Suprema. Lástima que la justicia no haya querido investigar y encontrar la verdad”, aludiendo de este modo a lo que algunos periodistas de investigación comentaron sobre el oportuno suicidio de Epstein no mucho tiempo antes de la campaña electoral, quizás para favorecer que significados personajes relacionados con cierto candidato presidencial y con Jeffrey Epstein permanecieran en el anonimato.

Siguen sumándose las más o menos veladas amenazas que algunos políticos demócratas profieren contra los republicanos. La Senadora Jeanne Shaheen comentó en una entrevista en la progre CNN que los republicanos que ponen en duda la integridad de las elecciones pueden estar cometiendo un delito de traición que podría ser castigado con la pena de muerte. Y en esa misma tendencia tan seguida por la izquierda de todo el mundo, que plantea la eliminación del adversario, la agenda globalista fuerza el juego para conseguir el poder y los medios de comunicación pro Biden lanzan sus consignas globalistas sin molestarse ya en disimular ni el mensaje ni la intención. El mensaje es un falso bienestar social y la intención es que el estado disponga libremente de la vida de los ciudadanos, especialmente de los molestos. El New York Times ha publicado las opiniones del Dr. Harold Schmidt, pretendido experto en Ética, quien al ser entrevistado en estos días en los que Estados Unidos comienza a administrar la vacuna anti Covid, ha declarado que dado que los ancianos blancos viven más tiempo porque la sociedad está estructurada para ello, sería mucho más justo dejarles a un lado y proporcionar la vacunación a otros sectores sociales. Así es el racismo que promueve la agenda globalista de Soros, Gates y otros muchos poderosos siempre contra la raza blanca, y así es el respeto por la vida con el que se llenan la boca el Partido Demócrata y sus satélites.