Enrique de Diego.
Perdona, Santi, te tengo un poco olvidado, con el fuerte impacto que te causan mis cartas, que las esperas con fruición, y tu lacayo adiestrado Juan Ernesto Plüger, alias el patillas, se las enseña a todo el mundo, con una pasión desbordada, digna de mejor causa, y brama y echa espumarajos, y manda emails y whatsapp comprometedores, que de todo se entera uno, y como en ese partido de lacayos el que se mueve no sale en la foto, como en todos, pero más en Vox, y la cámara la tienes sólo tú, pues deduzco que la pasión de Pflüger es pálido reflejo de la que tú sientes. Incluso hay conversación grabada en la que una lacaya o perra faldera de la estadista Ana Vega en la que le dice a un coordinador que te he llamado criminal, venga ya, solamente te he llamado chorizo. Por un sueldo, matan. Incluso la estadista se refiere a Rambla Libre como un medio subvencionado por el «gobierno socialcomunista», que ya se necesita ser cegata y manipuladora, claro que lo de esta con dos sueldos, el suyo que no se ha visto en otra, y el del Irene Montero alicantino, que si no se pasan la vida amancebados, y ahora dice que como dice «nuestro portavoz en el Ayuntamiento de Alicante», o sea su esposo, nepote Mario Ortolá.
Cuando se invocan y proclaman, Santiago Abascal, los altos ideales y los más firmes principios hay que empezar por ser coherente, hay que ser ejemplares, porque sois una pandilla de delincuentes, y así no se va a ninguna parte, buena, al menos. Sois deshechos de tienta, echadores de cartas y gente con antecedentes penales, como te sucedió en Benidorm. que da grima recordarlo. ¿Cómo montas un sindicato, si tiene a tu vicepresidente, Vicente González Coello de Portugal, condenado por hacer trampas en la contabilidad? Si dais vergüenza. Si en las Cortes Valencianas tenéis padre e hija de diputados. Si parecen que los tuyos no han comido caliente, si es que matan. Esta semana, has tenido dos jarrones de agua fría: la condena de Julio Ariza, tu amigacho, el que se considera dispensado de algunos mandamientos, como el no robar a Josep Pedrerol o no hacer un alzamiento de bienes como un capazo en el que tú estás pringado. Y anda que tu exdiputado por Almería, Carlos Hugo Fernández-Roca es para correrle a gorrazos o lapidarle con confetis. Respetemos la presunción de inocencia, supongamos que fueron consentidas las relaciones sexuales, pero lo que sí hubo relaciones sexuales, y luego dicen que el voto católico es el de Vox. La denuncia partió de una veinteañera a la que fuentes relacionadas con el caso definen como afín a Vox al tiempo que aseguran que se había visto con Fernández-Roca varias veces y que acusa al diputado de haber mantenido relaciones con ella la noche del sábado 7 de noviembre: sin su consentimiento y aprovechando que ella misma había bebido en exceso. Una profesora de un colegio religioso, virgen que echó la subsiguiente floración de sangre. Lo que sí está demostrado es que el tal Fernández-Roca folló utilizando su cargo y el alcohol en dosis por encima de cualquier medida de alcoholemia. Asqueroso, nauseabundo. Dejemos al margen la violación, que es un delito muy grave, y sobre el que había que aumentar las penas, como defiende Vox, y el tal Carlos Hugo, como abogado, debe saberlo bien. ¿Qué hace emborrachándose y emborrachada a la profesora, para después follar? ¿Es ese el estilo de Vox? ¿Es eso lo que predica el Yunque?
La noche del 13 de noviembre, el recién dimitido diputado escribió esto en su cuenta de Twitter: “Tras haber conocido el miércoles la existencia de una denuncia contra mi persona, acudí inmediata y voluntariamente a dependencias policiales para ponerme a disposición. A pesar de ser inocente, el jueves por la mañana renuncié a mi acta de diputado”. Y el imbécil de Iván Espinosa de los Monteros va y le alaba en twitter: “Reacción ejemplar. Mucho ánimo, Carlos”. ¿En qué sentido de la palabra ejemplar utiliza el término? «Que da buen ejemplo y, como tal, es digno de ser propuesto como modelo». ¿Por qué ha dimitido? Debería estar suspendido inmediatamente de militancia y sin honores ni ánimos. Salvo que Iván se sienta cerca y solidario con Carlos Hugo, por afición a las escorts, creo que se llaman, y Rocío Monasterio en babia, vamos, que por otra cosa, no se me alcanza.
Una organización humana, Santi, es proyección de la personalidad del líder, que todo el mundo sabe si una cara bonita y un cuerpo hermoso, dan acceso a tu persona y tienes todos los móviles de las mujeres resultonas de Vox, y el serrallo es abundante y fervoroso. Y la proyección de Vox es una escombrera y una cloaca. Así que mírate al espejo. Vade retro, Santi. Y da recuerdos al patillas.