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Obama, presunto implicado en el fraude electoral USA

Redacción




Mike Sala.

Siendo cierto que la elección definitiva de presidente en Estados Unidos está en el aire, no es menos cierto que la acumulación de evidencias de fraude ha tomado desde hace días tales proporciones que, si la justicia decide tomar en serio la instrucción de las causas que los equipos legales de Trump y de Sidney Powell están preparando, el estallido legal y mediático derivado de tales escándalos bien podría llevarse por delante a significados políticos y diversos personajes del entorno progre en Estados Unidos y otros países.

 

En Arizona, uno de los estados de la unión donde más controversia existe sobre el fraude electoral de los demócratas, los abogados Rudy Giuliani y Jenna Ellis – del equipo legal de D. Trump – se presentaron ante los legisladores del estado en audiencia pública y declararon disponer de testigos creíbles que aseguran haber comprobado que la verificación de firmas en las papeletas de voto se validó sin que existiera la coincidencia necesaria en las firmas, y que llegaban vehículos llenos de papeletas cuando ya había expirado el plazo de admisión de votos. Como consecuencia de esto, Mark Finche, como representante del estado de Arizona, ha pedido formalmente que sean retenidos los votos del colegio electoral ante la evidencia suficiente de fraude como para invalidar los votos del estado.

 

Paralelamente a lo anterior está siendo documentado, también para presentarlo ante un juez, que la tecnología de Dominion Voting System utilizada para cometer este gigantesco fraude electoral tiene vínculos con Indivisible, sobrenombre con el que se conoce al círculo político de Obama y que anteriormente era llamado Acorn, en los tiempos en los que Obama fue elegido presidente frente a McCain bajo la sombra de sospecha de fraude electoral. Sobre estos vínculos la abogada Sidney Powell ha presentado una demanda de 104 páginas en la que documenta cómo Dominion está estrechamente relacionado con intereses nacionales y extranjeros, entre los que se encuentra el grupo izquierdista de Obama. En dicha denuncia también se documenta cómo Eric Coomer, uno de los máximos responsables de Dominion, dejó habilitada en la programación del sistema una puerta trasera que permitiría la manipulación de datos remota siempre y cuando las maquinas lectoras de votos estuvieran conectadas a internet. Y este hecho ya ha sido probado. En muchos colegios electorales dicha máquinas estaban conectadas a internet contraviniendo la normativa de seguridad más elemental. Así mismo, también está debidamente documentado que se han encontrado vulnerabilidades en las redes de las empresas contratadas para la gestión del conteo de votos y que en esas vulnerabilidades han quedado rastros de accesos provenientes de Irán y China, entre otros orígenes.

 

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Mientras esto sucede, crece la expectación alrededor de una información, supuestamente filtrada desde el Partido Demócrata, de la que se ha hecho eco un medio digital norteamericano, que apunta a que Joe Biden podría estar preparando una maniobra de acercamiento a Donald Trump para negociar un reconocimiento de derrota en las elecciones presidenciales a cambio de lograr inmunidad para sí mismo, para su hijo Hunter y para ciertos colaboradores cercanos, ante el horizonte de escándalos políticos y financieros que parece cernirse sobre su futuro a corto plazo. Siempre según esa filtración, Biden estaría dispuesto a llegar a un acuerdo semejante incluso ofreciendo a Barak Obama y otros como verdaderos responsables no solamente del fraude electoral, también de otros escándalos diseñados durante estos pasados años contra la presidencia de Donald Trump y la seguridad nacional, relacionados con potencias extranjeras que junto a George Soros, estarían financiando la revolución socialista que, al abrigo de la pandemia, pretende convertir a los Estados Unidos en un país débil y sometido como ya lo están otras naciones en el continente americano y en Europa.