Alejandra Menargues.
No aguanta más, lo que parecía una solución temporal se está haciendo eterna. Los hoteleros canarios se sublevan y dan un ultimátum: los hoteles tienen que ser desalojados a 31 de diciembre. Canarias se juega el turismo.
En la mañana de este viernes, se ha llevado a cabo una manifestación en Puerto Rico, en el municipio grancanario de Mogán, con presencia de varios centenares de vecinos de Mogán. La manifestación se ha producido en protesta por la situación que está viviendo ese municipio, como consecuencia de la llegada masiva de inmigrantes al muelle de Arguineguín sin que el Gobierno del Estado aporte soluciones.
Los vecinos protestaron también por la ocupación de hoteles, y edificios de apartamentos, por parte de inmigrantes que han ahuyentado el poco turismo que, como consecuencia de la pandemia, visitaba esa zona tan importante de la isla de Gran Canaria.
La alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, que ha dado un plazo hasta el 31 de diciembre para que las instalaciones turísticas desalojen a los inmigrantes, ha vuelto a insistir sobre la necesidad de que los inmigrantes sean derivados a territorio peninsular y a edificios públicos. Falsa solución dada por la inútil alcaldesa, que está teniendo una actuación penosa en la crisis. Eso sólo haría un efecto llamada y convertiría a Canarias en un corredor para la llegada de más inmigrantes. La clase política canaria se está cubriendo mierda.
Los 6.000 inmigrantes que, según la alcaldesa de Mogán, le cuestan al erario público 3000.000 euros diarios, no pueden seguir en hoteles cuya única licencia les obliga a dedicarse al alojamiento de turistas.
Toda la zona de Puerto Rico se está viendo afectada por la inmigración irregular y es, por esa razón, por lo que los vecinos se han manifestado en el día de hoy y lo seguirán haciéndolo en las semanas siguientes.