Enrique de Diego.
En la carta anterior te llamé hijo de puta, coloquialmente, como recoge la sentencia que me ampara en el ejercicio de la libertad de expresión, y ha tenido un eco inusitado, desbordante, como si hubiera dado en la diana. Hay portadas de El Jueves utilizando tal epíteto referido a la clase política. No conozco a tu madre, sólo sé de ella que fue infectada por el coronavirus el maldito 8 de marzo, en los aquelarres feministas. Con ella, no va. Bastante tiene con tenerte como hijo.
Mira, Pedro Sánchez, Canarias «es un polvorín, un volcán», te lo ha dicho, tarde, vergonzosamente tarde, traidoramente tarde, la diputada Ana Oramás y tú valiente hijo de puta, te has escondido tras esa caterva de gilipollas que tienes por ministros, de esa ruina humana que es Fernando Grande Marlaska, de ese gordo infecto que es José Luis Escrivá y de Nadia Calviño, que parece nada, porque es una incompetente, que ha respondido diciendo que hay que dejarse «frases grandilocuentes». Pocas veces España ha tenido un Gobierno tan traidor y tan mediocre, empezando por ti, valiente hijo de puta, que no tienes redaños para afrontar ninguna situación, que todo lo que tocas lo conviertes en mierda y cosas peores.
¡Has entregado Canarias, so cabrón, coloquialmente! Lo malo no son las palabras, sino los hechos y los hechos son tremendos: 16.000 emigrantes-invasores, 6.000 ocupando hoteles, y todavía dice el Escrivá ese, tonto del culo, que así ha conseguido sacar de los ERTE al personas, que no los vas a sacar de ahí ni a tiros; con las Fuerzas Armadas haciendo el gilipollas entregando acuartelamientos vacíos, desocupados, para que se puedan organizar y asaltar supermercados, primero, luego casas, de los indolentes canarios, de los aplatanados canarios, de los políticamente correctos canarios, a cual más lelo, que sueltas en la calle a 200 y van a socorrerlos.
Dice Ana Oramás que si tienen que tener un partido independentista, que si tienen que resucitar el MPAIAC, pero so imbécil, marisabidilla, si el MPAIAC ha llegado, nos ha invadido. Son 17.000 que han venido para quedarse y los que llegarán, en lanchas de desembarco, traídos por los tontos del culo de Salvamento Marítimo, atendidos por los imbéciles de la Cruz Roja, todos varones, todos jóvenes, con nada que perder, frente a los blanditos canarios con su mierda de clase política, que no van tener turismo en lo que les queda de vida, con el 50% de paro o de ERTE, que será paro, con el 60% de paro juvenil, y con 16.000, que se dice pronto, dispuestos a comer, a comérselos si es necesario.
Y tú, cabrón, tocando la lira como Nerón cuando ardía Roma que él mismo había prendido, el tonto del culo de las fronteras abiertas, el amigacho de George Soros, más traidor que el conde don Julián y el arzobispo don Opas, juntos, traidor, mil veces traidor, canalla, que has puesto a toda España en peligro y luego de asolar Canarias querrán pasar a la Península, y no son los godos, tan estúpidamente maltratados por los canarios, que son los vándalos, y peor que los vándalos, y mientras tú silente, viendo caerse el mundo desde La Mareta, inactivo, con tus ganapanes de ministros, montando en el Falcon, para ti lo importante es estar un día más en el disfrute del poder, valiente hijo de puta.