Enrique de Diego.
Cuando Eduardo Zaplana me dijo, en nuestro último encuentro, que «las dos veces anteriores se llevó a la gente a las trincheras, ahora no saben qué hacer», se refería claramente a los «amos del mundo», al Club de Bielderberg, a George Soros, a Biill Gates, a los Rotchschilda, a los Rockefeller, los principales apoyos del Partido Demócrata. Todos consideran que hay un cambio climático, un auténtico fraude, del que vive mucha gente, cuya consecuencia lógica es que sobramos muchos en el Planeta, que Bill Gates sitúa en el 10% o el 15%, lo cual son cientos de miles de personas. El fraude no ha funcionado porque Estados Unidos se ha salido del Acuerdo de París. Entonces hay que recurrir a la guerra bacteriológica y sueltan el coronavirus desde el Instituto Virológico de Wuhan, donde George Soros y Bill Gates tienen intereses, tienen acciones, y la única propuesta alternativa es la demencial y abracabrante sopa de murciélagos, que no se venden en el Mercado de Wuhan. Estrategia a la desesperada para romper las elecciones de USA y dañar a cualquier precio a Trump.
Por si esto no fuera poco, los globalistas amos del mundo lanzan el movimiento Black lives motter y sumen a la nación en conflictos raciales. Nada es suficiente. Y esta gente sin moral y sin principios, se lanzan al pucherazo. Recuentos en que todos los votos son adjudicados a los demócratas. Increíble. Estados Unidos fragmentado, dividido en dos, Donald Trump gana en Texas y Florida, y en Ohio, donde han ganado todos los presidentes desde hace un siglo. De pronto, los votos por correo empiezan a hacer de las suyas, en Arizona, donde las políticas antiinmigración de Trump son bien queridas y especialmente respaldadas, el triángulo del óxido, donde Trump elaboró su victoria sobre Hillary Clinton, especialmente beneficiados por la política económica de Trump, Michigan, Wisconsin, Pensilvania, dan misteriosamente, y contra sus intereses, la vuelta, apostando por la deslocalización. También Nevada, y Georgia y Carolina del Norte. Casi todos los estados en litigio caen del lado del oscuro Joe Biden. No tiene sentido, no tiene lógica. Espera una intensa batalla legal para que la democracia no sea subvertida, no sea pervertida. Trump ha ganado y la verdad se abrirá camino dejando en evidencia a los impostores.