Editorial.
No hay tiempo, ni lugar para las medias tintas, ni lugar para los atajos fáciles, es cuestión de supervivencia para una sociedad atribulada y desnortada. Para nosotros sería fácil y sencillo hacer como todos los demás y situar a un partido de referencia y decir que en ese partido está la solución, pero engañaríamos a nuestro lector y nos engañaríamos a nosotros mismos: Somos los únicos en proclamar hasta desgañitarnos que EL SISTEMA NO FUNCIONA; que se está desmoronando porque no puede funcionar.
El sistema es el Estado de Partidos en que todos viven del contribuyente, oprimiéndole y expoliándole, lo mismo el PSOE que Vox. Nos remitimos al libro de Enrique de Diego, «República Constitucional», para mostrar las bases de una auténtica democracia y el mal intrínseco y absoluto de la partidocracia. Es cuestión de supervivencia acabar con este desastre de sistema del que viven 450.000 políticos a costa de la miseria de los demás y en el futuro del hambre.
No es un debate teórico, no es simple cuestión de describir las mentiras y trampas del sistema, ni de la ausencia total de representación, ni de la absoluta falta de separación de poderes, en mezcolanza impúdica, es ya cuestión de supervivencia física de las personas y de las familias. Es momento de acción. Vemos venir una revuelta social liberadora que para no ser desesperada debe asumir las ideas fuerza de la República Constitucional. La monarquía es inútil.
Nos enorgullece estar gloriosamente solos en el diagnóstico real de la situación, porque dice mucho de nuestro sentido de la responsabilidad y de nuestra concepción ética de la vida. El sistema no funciona y no puede funcionar. Es un circo en el que cada uno juega su papel, pero ya no hace gracia, sólo producen sufrimiento y destrucción de la sociedad.
No somos un medio partidocrático, ni queremos serlo, ni lo seremos nunca. Abominamos de los periodistas partidocráticos que mienten siempre, por sistema. Con la autoridad moral, de oponernos al Leviatán torpe, de habernos opuesto siempre frente a tirios y troyanos, hacemos un llamamiento a tomar conciencia y a actuar en consecuencia.