Virginia Montes.
Un Donald Trump más incisivo frente a un Joe Biden más retórico, en un debate más plano, en el que la moderadora estuvo habitualmente a favor de Biden, impidiendo que se trata la corrupción familiar. Trump fue el que ofreció titulares: «te están llamando político corrupto, no vayas de inocente», de «desastre económico» y «plan loco», calificó el plan energético de Biden, del que consiguió que confesara que acabará con la industria petrolífera.
Biden habló de «racismo institucional» y «racismo sistémico» y defendió las políticas de confinamiento para luchar contra el coronavirus. Abundó en la moralina de corte progresista y en políticas que llevarían a Estados Unidos hacia Europa, como la Seguridad Social, en el cambio climático.
Trump insistió en que Biden tuvo ocho años para cambiar las cosas y no hizo nada, «hablas y no haces nada». El Partido Demócrata «subiría impuestos», dijo Trump, que exhibió la paz trumpiana a su favor en las relaciones con Corea del Norte, frente a la demagogia de Biden y de la moderadora.