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Algunas claves para acertar cuando elegimos una empresa de cuidado de personas mayores

Rubén Martínez




Qué duda cabe de que cuando precisamos de alguien que cuide de nuestros familiares de la tercera edad queremos que se trate de una alguien empático y que cuente con la formación y experiencia necesarias como para poder asegurar el bienestar de la persona a la que cuida. Por este motivo, hemos recopilado algún que otro consejo a tener en cuenta durante la selección del futuro cuidador de nuestros familiares ancianos.

Asegúrate de que cuenta con la formación y experiencia necesarias

Indudablemente, para cuidar de una persona mayor es necesario contar con la formación suficiente como para poder saber de qué forma enfrentarse a las posibles eventualidades que surjan y con la experiencia necesaria como para saber hacerlo sin dudar, por lo que nuestro primer consejo no puede ser otro que el que pasa por asegurarnos de que la persona que elijamos cuenta con la capacitación profesional necesaria como para ocuparse de nuestros familiares de la tercera edad en nuestra ausencia.

Con total seguridad, la mejor forma de hacerlo es contando con una de las empresas de cuidado de personas mayores en Barcelona, dado que todas ellas cuentan con una plantilla perfectamente preparada y que cuentan con la vocación profesional indispensable para poder desarrollar su trabajo con total eficiencia y proporcionando a los familiares de sus usuarios la confianza suficiente como para poder dejar a las personas mayores a su cuidado sin tener que preocuparse absolutamente por nada.

Cerciórate de las necesidades de la persona mayor

Por otra parte, tenemos que decir que una de las claves para elegir a un profesional del cuidado de personas mayores a domicilio no puede ser otra que la de definir de la forma más precisa posible cuáles son las necesidades que tienen tales personas, dado que, por ejemplo, no tiene ningún sentido requerir los servicios de alguien especializado en cuidar de usuarios con la movilidad reducida si nuestro familiar no está impedido y lo único que necesita es de compañía.

En este sentido, no podemos sino recomendar tratar el tema con nuestro familiar, simplemente, porque nadie mejor que él conoce cuáles son sus necesidades en nuestra ausencia y puede orientarnos a la hora de elegir cuál es la persona más adecuada de ocuparse de su cuidado cuando nosotros no podemos hacerlo.

No obstante, esto último puede ser algo más complicado en el caso de que la persona a cuidar padezca de alguna enfermedad de deterioro cognitivo, pero ello no puede eximirnos de definir con total precisión cuáles son sus necesidades concretas porque solo de esta forma podremos proporcionar a la empresa de cuidados toda la información que necesita para enviar a su trabajador más cualificado para nuestro caso en concreto. 

Es decir, que en todos los casos es de vital importancia que dediquemos algún tiempo a definir las necesidades concretas de nuestro familiar para, de esta forma, poder elegir cuál es la persona que mejor puede ocuparse de ellas.

Entrevístate con la persona que vaya a cuidar de tu familiar con cierta frecuencia

Evidentemente, contratar a una persona para que se cuide de nuestro familiar de la tercera edad en nuestra ausencia no supone que nosotros tengamos que olvidarnos por completo de sus cuidados en los momentos en los que no podamos ejercerlos, sobre todo, porque el cuidador va a tener que enfrentarse a situaciones que nosotros podríamos anticiparles, dado que conocemos mejor a nuestros familiares, y porque es necesario que estemos puntualmente informados de la relación que establezcan el cuidador y su usuario para poder estar completamente seguros del bienestar de este último.

En consecuencia, resulta importantísimo que antes de que el cuidador comience a trabajar mantengamos una entrevista con él, para informarle de todo cuanto pueda interesarle a la hora de realizar su trabajo a la refección y que nosotros podamos valorar su capacidad para hacerlo, y posteriormente mantengamos una relación fluida con el mismo, podamos evaluar constantemente sus aptitudes y actitudes y estemos puntualmente informados acerca de la relación que mantiene con nuestra persona querida.