Fernando Alonso Barahona. Crítico de cine.
«Lo digital iguala lo desigual, y el libro especifica lo diverso».
LUIS ALBERTO DE CUENCA
Un documental es un escorzo de cine porque le falta el halito de creación y fantasía. Un documental es realidad tamizada por la visión de su autor que expone su mirada personal sobre cosas, personas o acontecimientos.
Y hay documentales especiales como este Libreros de Nueva York que viaja por el maravilloso mundo de los libros. Como lector impenitente y coleccionista de libros ( naturalmente en papel, porque lo otro – eso que se llama virtual – es lectura pero no son libros ) y películas esta obra habría por fuerza que interesarme.
Libreros de Nueva York es un documental dirigido por D.W. Young.
Una carta de amor a la cultura del libro en la que vamos a recorrer el fascinante mundo de las librerías especializadas en obras antiguas de la ciudad de Nueva York. Un viaje de la mano de algunos de los más importantes coleccionistas y apasionados del libro. Son académicos, pero también buscadores, empresarios y amantes de la belleza. Y a la vez guardan la memoria, la huella, la historia. Son alquimistas de las ediciones, conservadores de un mundo maravilloso que queda atrapado en cada pagina de cada volumen.
Estrenado en el New York Film Festival, la película relata y describe ese mundo pequeño y fascinante poblado por soñadores, intelectuales, excéntricos y a veces obsesivos. El libro se convierte así en un trozo de auténtica vida.
Contempla resta obra es caminar por pasillos llenos de cubiertas, lomos y páginas e ir descubriendo sus secretos. Estanterías repletas de libros, todos diversos, nada que ver con la uniformidad agobiante de lo digital. Las hojas cobran vida ante nuestras pupilas, el libro habla cuando acariciamos sus páginas. No es algo virtual, es real, tangible, hermoso. ¿Puede haber algo más apasionante ( las grandes películas aparte )? Difícil encontrar un mayor placer intelectual, además – por supuesto – de la pura creación.
La película explora el pasado, el presente y el futuro del libro a través de entrevistas con propietarios de librerías, coleccionistas y escritores como Fran Lebowitz, Susan Orlean, Kevin Young y Gay Talese, entre otros.
Además, analiza el impacto de las nuevas tecnologías en nuestra sociedad. En la forma de leer y de aprender que no siempre es positiva. Volvemos a Luis Alberto de Cuenca:
¿Qué es una palabra? Pensar sobre ello nos lleva a conocer mejor qué y quiénes somos; rechazar el espejismo de que lo más relevante es lo sensible, lo percibido y perceptible por los sentidos externos; y a ahondar en la tesis de Viktor Frankl: el hombre es un ser en busca de sentido, y el poder y el placer no pueden satisfacerle plenamente.
En el principio era la palabra, se puede leer en el inicio del Evangelio, según San Juan. El verbo es la creación, la comunicación, la escritura que brota del alma, de la pluma, de la mente.
Los libros editados se convierten de este modo en la fuente de la cultura, en la transmisión del saber, en la huella indeleble del pasado en el presente. Cada libro es un mundo propio y cada edición con su portada, sus páginas, su maquetación, puede convertirse en una humilde pero maravillosa forma de artesanía.
Una película diferente, tranquila, pero que enamorará a los que saben disfrutar de papel, de las ediciones históricas, de las palabras conservadas para siempre entre las páginas de ese inigualable invento de la Humanidad que es el libro impreso.