Ignacio Fernández Candela.
La afrenta del sectarismo sanchista, del fullerismo transformista presentado como gobierno siendo solo una arbitraria componenda de estafa política, ha colmado las paciencias exhaustas de un airado pueblo de Madrid harto de Pedro Sánchez, el llamado trepa de saunas gay y doctor cum fraude. También causa recelo el vicepandemias Pablo Iglesias, auspiciado por el narcotráfico y enfrentado con la Justicia que podría imputarlo por tres delitos, uno con agravante de género; entrambos están identificados, desde las más altas instancias hasta las más comunes, como golpistas que escriben criminalmente la reciente Historia de esta resiliente España nuestra.
La pandilla basura de un desgobierno criminal ha secretado cuanta mierda puede aguantar una ciudadanía harta del tufo sanchista. La vulneración de los derechos constitucionales, el blanqueamiento de criminales cuestionando la acción imparcial de la Justicia; el condicionamiento mercenario de los recursos del Estado dilapidados para beneficiar a los parásitos de la misma cuerda delictiva; el aprovechamiento de la pandemia para sacar rédito político con el exterminio protocolario de nuestros padres, de toda una generación; la ambigüedad frente al delincuente, las vejaciones a los Cuerpos de Seguridad del Estado y al Ejército junto a la depreciación de la labor jurídica intoxicada por la compra de voluntades o el amedrentamiento. Los ataques a la Jefatura del Estado, el descaro en la actitud delictiva con la justificación del poder, el compendio aberrante de un poder ejercido desde la vanidad enfermiza y los más bajos instintos de la traición, suponen la demarcación de un límite como punto de inflexión desde el que soportar con cada vez menos templanza, los tejemanejes delictuosos del trepa de saunas gay encaramado como un mono a la presidencia del Gobierno de España.
El Estado de Alarma por aparente causa sanitaria se ha convertido en la evidencia de un poder ejercido con Ínfulas totalitarias, a medida de la miserable condición de un desgobierno criminal devenido del engaño y el sucio uso de la estafa como arma de engaño masivo. Un Estado de Sitio virtual, un gaje de costumbres delictivas ante un Madrid amenazado por la ruina provocada que estos engañadores pretenden magnificar… tal y como actuaron con la matanza practicada por ineptitud y voluntariedad con el resultado genocida que poco importó a tan vacuas y enguarradas conciencias.que ocultaron la cifra verdadera de tan masacradas víctimas del repulsivo tandem Sánchez – Iglesias.
El enfermo resentido ha impuesto la erradicación injustificada de las libertades y así se ha decretado el Estado de Alarma en España para defenderse del virus Pedro Sánchez. Esperemos imputaciones del Tribunal Supremo porque de lo contrario, junto al golpe contra Madrid, habrá un antes y un después para las enfermas aspiraciones del sanchismo que debería responder ante tribunales imparciales por crímenes de lesa humanidad.
Sublevar Madrid será la respuesta previa al ataque frontal contra sus hastiados ciudadanos. cuando toda España hierve de indignación. .