Enrique de Diego.
¡Vaya torro que nos diste, coletas, haciéndote el interesante! Que si las «cloacas del Estado» para aquí, que sí las «cloacas del Estado» para allá, que si las «cloacas del Estado» la tenían tomada contigo, que si eras el oscuros objeto del deseo de una conspiración de alta por parte de las «cloacas del Estado». Total que la única cloaca eres tú, hedionda y pestilente. ¡Vaya montaje que te montaste con la Dina Bousealham. Eso pasa por meter la polla donde tienes la olla. Una historia de despechos cutres, porque eso es, convertida en una teleserie patética. Anda que prometer hasta meter, le hiciste promesas en firme a Dina de aparearte para siempre, no me atrevo a decir que la prometiste en matrimonio, porque en eso no crees o no va contigo. En otros tiempos, te hubieran obligado a cumplir con la palabra dada. Pero tienes de los viejos comunistas la utilización de la mentira al por mayor, al por menor y al detall; eres todo mentira pero esta te ha salido de pena.
Produce bochorno recordarte lo que dijiste: “Se trata de una trama criminal que implica a policías corruptos, medios de comunicación y grandes empresarios. Voy a reiterar el compromiso de nuestra formación política con la ley, las instituciones y limpiar nuestra democracia de basura“, lanzó Iglesias ante las cámaras el 27 de marzo de 2019, el día que se personó en el caso. “Se trata de un procedimiento bajo secreto de sumario. Entiendan que hoy no puedo decir nada más”. Sin decir nada más, su promesa se convirtió en la carta de presentación de Podemos para las elecciones de abril y noviembre de 2019, a las que concurrieron como los grandes enemigos de las “cloacas del Estado”.
¡Vaya fiasco! Una historia vieja como el mundo, de la amante despechada, que se te da la vuelta y quiere demostrar que eres un machista, y vaya si lo eres. Vigilando la tarjeta de memoria de tu ex, quedándote con ella, entregándola rota, payaso. Y luego la explicación: es que no he sido yo, han sido las «cloacas del Estado»…En política, lo peor es hacer el ridículo y tú lo has hecho con premeditación y alevosía, con contumacia, con soberana estupidez.
Y sale al quite la tonta de bote, que has colocado de ministra, sin preparación, que se la nota la histeria. Y a todas las tontas progres les da por lo mismo, por los sacrificios humanos, y si son de nasciturus les pone. Tenemos un problema de natalidad de mil demonios y la menestra (sic) le da por la juerga semántica para libar sacrificios humanos en el altar de Satanás, con su jerga de marisabidilla: «la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, que incluirá el derecho a las «formas más novedosas» de anticoncepción y la promoción de la educación sexual y reproductiva». ¿Cuálo (sic) es la salud sexual y reproductiva? Pues no reproducirse. Maldita contradicción. «El derecho a la interrupción del embarazo en condiciones de seguridad». Esta ignorante debe referirse al aborto, pero se explica mal. «Reivindicamos, como tantas voces verdes y moradas que marcharon el 28 de septiembre en todos los rincones del mundo, el derecho de todas las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y reivindicamos una maternidad libremente decidida y sobre todo una vida sexual plena y libre». Pero casi todas son lesbianas y no se reproducen.
No tenemos problemas encima, con la nefasta gestión del coronavirus y la hambruna que se nos viene encima, que hay que inventárselos, con un toque esotérico de mentalidad colectiva, lo más rastrero. Ahora no sólo hay que vencer al coronavirus, que es real, sino que hay que «vencer al machismo y el heteropatriarcado», que son entes de ficción, mentiras groseras. Pero la ignorante erre que erre: «el reparto desigual de las tareas domésticas se da en los hogares en España, sobre todo entre los formados por parejas heterosexuales». Vaya, coletas, es que no te sabes freír un huevo. Porque eso va por ti. Luego la Estrategia LGTBi porque «la ciudadanía española está lejos de poder amar a quien quiere con libertad». Estas memeces ya cansan.
Y estas otras de parvulario: «¿Por qué es más gravoso mover una carretilla que arreglar habitaciones? La agenda feminista es más urgente con la pandemia que nunca». Hija, ignorante, es por la ley de la oferta y la demanda, que no te enteras, Contreras. Ya sabíamos que con la excusa del feminismo ibais a pillar cacho, os vais a quedar con todo, después de haber multiplicado por cinco la pandemia el 8 M, que no se nos ha olvidado. Que este pueblo lanar y pastueño da lo mejor y lo peor de sí mismo cuando aúlla el hambre, y está en puertas, y estos los privilegios de la casta a la que tu perteneces van a resultar onerosos. Vade retro, Irene Montero.