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Explota, explota. El encanto de Rafaela Carra y la ignorancia de un director de cine

Redacción




Fernando Alonso Barahona. Crítico de cine.

Explota explota es una película dirigida por Nacho Álvarez con Ingrid García Jonsson, Verónica Echegui, Fernando Guallar, Pedro Casablanc. Un curioso musical de aspecto televisivo cuyo núcleo son las canciones de la famosa Raffaela Carra.

El guión cuenta una historia simple: María (Ingrid García-Jonsson), una bailarina joven, divertida y con ansias de libertad a principios de los años 70 quiere convertirse en estrella al compás de la música de Carra

Tras dejar a su novio plantado en el altar de una iglesia en Roma, María viaja a Madrid para descubrir qué quiere hacer con su vida y cumplir su sueño de ser bailarina. Junto a su inseparable amiga Amparo (Verónica Echegui), María consigue poco a poco abrirse paso en el mundo de la televisión y pasa a ser parte del cuerpo de baile del programa de más éxito del momento: “Las noches de Rosa”, protagonizado por la gran Rosa (Natalia Millán) y dirigido por Chimo (Fernando Tejero). 

Allí se enamora de Pablo (Fernando Guallar) un trabajador de la cadena. La pareja deberá decidir si merece la pena romper las reglas establecidas y hacer un cambio radical en sus vidas.

Como en el cine musical clásico el argumento es una excusa para hilar los números musicales. Aunque las grandes obras maestras eran capaces de contar una historia maravillosa con los números aún más inolvidables: Un americano en París,  Cantando bajo la lluvia, The band wagon …

Al ritmo de «En el amor todo es empezar«, la canción más emblemática de Raffaella Carrà, Natalia Millán ha encabezado el grupo formado por Ingrid García-Jonsson, Fernando Tejero y Fran Morcillo. 

https://www.youtube.com/watch?v=–JqLg8WgH0

La coreografía es de Toni Espinosa y recuerda a Sandra le Brock y a Valerio Lazarov, inolvidables en la historia de la televisión de entretenimiento en España.

Y es que Explota, explota está ambientada en los años setenta y su mayor atractivo son las casi míticas canciones de Raffaella Carrà, la artista italiana, estrella de la TV, nacida en 1943 y que permanece en el recuerdo de varias generaciones.

El musical se sumerge en la mundo televisivo de la época. Eso sí la historia es muy trillada y convencional: una aspirante a vedette que encuentra su lugar en un programa de variedades de Televisión Española. 

Historia, recuerdos, canciones, estética naif, humor y romance al estilo de las películas españolas de los setenta ( que el director parece querer desconocer en sus presentaciones). La película entretiene aunque la visión de aquellos años resulte solo parcialmente acertada y demasiado tópica. Como si la TV contemporánea no mereciera –en general – críticas del más variado nivel.

Dentro del cine español ha habido pocos musicales auténticos, es decir, no películas con canciones sino musicales, entre ellos Sin un adiós, de Vicente Escriva con Raphael y Lesley Anne Down  o la original Un dos tres al escondite ingles, de Ivan Zulueta, o la rompedora Diferente, de L M Delgado y Alfredo Alaria.

Sin olvidar Codo con codo, de Victor Auz, con cantantes como Massiel, Micky o Bruno Lomas. De hecho todos los artistas de la época, desde Julio Iglesias a Peret, pasando por Rocío Jurado, Miguel Ríos, Serrat, Manolo Escobar o Camilo Sesto, tuvieron sus películas, siempre pletóricas de juventud y colorismo. 

 Y es aquí donde el encanto de la película ahora estrenada  se ve dañado por las hueca palabrería de su director: «Todas las películas de la época de la dictadura y la Transición muestran una España gris, triste, apagada«, explica el director, Nacho Álvarez, que ha querido – dice – reinventar ese momento a todo color y adaptarse a las necesidades del presente.

A todo color ¡¡¡, el glorioso blanco y negro apenas se utilizaba en la década de los setenta en España; en cambio el color brotaba de westerns almerienses, terror hispano ( el gran Paul Naschy a la cabeza ), adaptaciones literarias ( Rafael Gil contando historias de Galdós o Unamuno ), y hasta la tercera vía narraba sus avatares en chillones colores que inundaban la pantalla.

Lo que demuestra la profunda ignorancia de este director uruguayo. España gris ¿….  Este señor Alvarez ignora el cine colorista, divertido y a menudo apoteósico de Pedro Lazaga, Mariano Ozores, Fernando Palacios. O el de Paul Naschy, Eugenio Martín, Jorge Grau. Y por supuesto Victor Erice (El espíritu de la colmena ), el mencionado Rafael Gil (La duda ), JL Saénz de Heredia (Juicio de faldas o Los gallos de la madrugada ). Y Berlanga, Bardem, Saura hasta concluir en el maestro Buñuel (Tristana ). Todo en los setenta. 

Las comedias musicales de Mario Camus y Vicente Escrivá con Raphael, casi todo el cine español de los años sesenta, la sorprendente Diferente, de L M Delgado y Alfredo Alaria, por cierto todas ellas superiores a Explota, Explota.

De dónde ha salido este presunto director ¿Quién le asesora para las entrevistas? 

En suma, una película simpática en sus números musicales, encantadora para los fans de la Carra y solo empañada por detalles costumbristas  innecesarios por falaces y sobre todo por las palabras de su inculto realizador. Aunque cabe reconocer que si no se leen las mismas el producto se disfrutaría más y mejor.